Miguel Herrero rehúsa presidir el Grupo Popular

El Partido Popular (PP) no resolvió ayer, en la reunión de su comisión permanente, la situación creada por la dimisión del presidente del Grupo Parlamentario Popular, Juan Ramón Calero, posponiendo hasta septiembre la elección del sustituto, después de que rehusara el cargo Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón. Entretanto, según los estatutos, el diputado de Unión del Pueblo Navarro (partido coligado con el PP) Jesús Aizpún será el presidente, y Luis Ramallo actuará de portavoz, precisamente en esta etapa de vacación parlamentaria.

Según fuentes de la dirección, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón rehusó por la mañana hacerse cargo de esa presidencia, aunque no cerró la posibilidad de aceptar el próximo mes de septiembre.La decisión de Miguel Herrero de aceptar o no en septiembre la presidencia del grupo parlamentario dependerá de la acogida que tenga en el partido el informe de estrategia que en estos momentos elabora.

Herrero no aceptaría responsabilidades al frente del grupo parlamentario si sus postulados sobre la política y estrategia del partido no gozasen de absoluto respaldo. Sus posiciones, de moderación en la forma y dureza en el fondo, en relación con el Gobierno socialista las puso llamativamente de manifiesto en el último debate sobre el estado de la nación.

Herrero ofreció al Gobierno la posibilidad de transacciones para temas de Estado, en un lenguaje constructivo que distaba mucho de intervenciones anteriores de otros miembros del partido.

Dirigentes del Partido Popular reconocen que el discurso de Herrero, que hizo proclamar a los socialistas que por primera vez habían oído "un discurso articulado de la derecha", no ha podido plasmarse en la realidad, en parte por la dinámica electoral en la que se entró poco después y por la presentación de mociones de censura entre conservadores y centristas.

Al cierre de esta primera edición, el presidente del Partido Popular, Manuel Fraga, no había dado cuenta aún de lo ocurrido en la reunión, pero dirigentes de ese partido informaron a este periódico que se había optado por la "interinidad", dadas las dificultades para encontrar a una persona en condiciones de hacerse cargo de la dirección del grupo hasta el término de la legislatura.

De esta manera, se aplicará literalmente lo señalado en los estatutos del grupo y se hará cargo de la presidencia en funciones Jesús Aizpún, y el portavoz adjunto Luis Ramallo se hará cargo de la portavocía hasta que en septiembre se tome una decisión definitiva. El hecho de que se esté ya en período de vacación parlamentaria permite a los populares tomarse el verano para solucionar la situación.

Los mismos interlocutores informaron que el secretario general adjunto, Federico Trillo, se trasladó ayer a Murcia para entregar personalmente en mano a Juan Ramón Calero una carta del presidente del partido, Manuel Fraga, por la que acepta su dimisión.

Fraga declaró ayer que quizá el partido había pedido demasiado a Calero, mientras que éste hizo a la cadena COPE unas declaraciones muy moderadas, en las que reconocía que su dimisión obedece "a discrepancias con Fraga sobre la forma de gestionar el partido en Murcia", y que ello podía tener "consecuencias a escala nacional". Calero opinó que si Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón le sustituía en la presidencia del grupo, "se cerraría un ciclo". "Yo le sustituí a él y él me puede sustituir a mí".

"Serenarse"

El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, declaró ayer a los periodistas, durante unas jornadas políticas en El Escorial, que el PP y los partidos de la derecha española deberían de "serenarse", "sosegarse" y aprender la lección de que "no todo lo que perjudica al adversario me beneficia a rní"; un "importante" principio que "no está siendo aplicado como se debiera por algunos grupos", informa Marifé Moreno.

Guerra deseó al PP "acierto" en la elección de su nuevo portavoz y que éste sea alguien que "esté en disposición de dialogar, concertar y oponerse" cuando se requiera.