José María Rodero
ha tenido que esperar 40 años de su vida como actor teatral para leer la noticia de su muerte, al confundirla un periódico de Santander con la de José María Seoane. El cronista atribuyó el escaso eco que el "repentino deceso" de Rodero había despertado en la Prensa nacional por coincidir con la muerte de Laurence Olivier. "Aunque me parece macabro hablar de mi muerte, debo decir que estoy pletórico de salud" ha dicho Rodero.
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