Triunfo de Induráin en la primera etapa pirenaica

Miguel Induráin (Reynolds) ganó su primera etapa en un Tour de Francia. Por algo se empieza. Sirvió también de lanzadera a su jefe, Pedro Delgado, para poner a prueba a los favoritos, que soportaron el envite en líneas generales. La primera etapa de montaña fue un bonito espectáculo español, repleto de dominio, aunque con resultados un tanto mínimos. Delgado redujo su diferencia en 27 segundos, y Anselmo Fuerte (BH), Marino Lejarreta (Paternina) y Alvaro Pino (BH) estuvieron en cabeza. "Los españoles necesitan más montaña para romper la carrera, y Delgado necesita más dureza para quebrar el espíritu defensivo de sus competidores. Hoy puede ser un día clave para ello.

Induráin atacó en el descenso del primer puerto, el de Marie Blanque, hacia el kilómetro 52. "Le ordené que lo hiciera", manifestó Delgado, "para tener alguien delante por si flaqueaban los favoritos. Nuestra intención era probar a la gente". Pero quienes tenían que flaquear, el francés Laurent Fignon y el estadounidense Greg Lemond fundamentalmente, no lo hicieron, por lo que el resultado final, a pesar de que se registró un espectacular dominio español y una actividad intensa del Reynolds, fue algo decepcionante.Delgado dejó a sus rivales a falta de cuatro kilómetros. Lo hizo con aparente facilidad, pero no obtuvo mas que 27 segundos de renta, bien poca cosa. La ascensión al último puerto no representaba gran dificultad: apenas cuatro kilómetros duros y un último en plena cuesta abajo. Fignon llegó aparentemente muy cansado, pero al lado de Lemond, que mantiene su condición de líder, y precedido por el irlandés Sean Kelly. La presencia de este último evidencia la poca dureza de la jornada. Aun así, y como es tradicional, la primera etapa montañosa se cobró sus víctimas: el irlandés Stephen Roche, a más de 14 minutos, y el holandés Eric Breukink, a casi 13. El colombiano Fabio Parra perdió más de cuatro minutos y también demostró que no está preparado para este Tour.

"Ha sido una etapa descontrolada", señaló un Delgado no excesivamente contento. "Se ha dejado marchar a gente con cierta facilidad, a veces se ha ido rápido y a veces parados. Me ha sorprendido sobre todo Lemond. Sufrió al principio, pero luego subió bien el Aubisque. Al final ataqué porque noté cansado a Fignon, pero ya había advertido que estas etapas son demasiado cortas para que la gente desfallezca de forma definitiva".

El Reynolds gozó de la compañía del BH casi en perfecta armonía. "Les dije a mis corredores que vigilasen a Induráin", comentó Javier Mínguez, el director del BH, "porque suponía que le lanzarían por delante. Le siguió Federico Echave, pero luego tuvo que pararse para darle su rueda a Pino, que sufrió un pinchazo. También se me. cayó Fuerte, y Javier Murguialday tuvo que darle una rueda. De lo contrario, creo que habríamos podido hacernos con la etapa". Mínguez coincidió con algunas opiniones de Delgado: "Fignon y Lemond han aguantado bien, y eso es una mala noticia. No ha resuelto nadie".

Induráin llegó a tener una ventaja tan interesante sobre el grupo de favoritos que comenzó incluso aponerse en duda la idoneidad de un salto de Delgado. A seis minutos de Fignon, Induráin se convertía en un peligro repentino para quienes aspirasen al maillot amarillo. "Queríamos poner nervioso a Fignon, y eso sí lo hemos conseguido", argumentó Delgado. Fignon se vio obligado a tomar el mando del pelotón y a realizar mayor esfuerzo físico del deseable, sobre todo si se tiene en cuenta que a su lado iban los restantes favoritos y que a él, por tanto, no le era necesario atacar.

Ya en el último puerto, la etapa se definió con Induráin por delante, Fuerte a cerca de dos minutos y medio y el pelotón a unos cuatro. El francés Charles Mottet tomó la primera decisión ofensiva entre los notables, y Fignon permaneció inmutable. Fue entonces cuando saltó Delgado para reducir su desventaja. Pero la montaña no dio más de sí.¿Pagará su esfuerzo Fignon?, ¿seguirá en pie Lemond?, ¿atacará de nuevo el Reyriolds? Algunas de estas incógnitas se tienen que resolver hoy. "Y mañana, más" [por hoy], dijo Echávarri. "El puerto de Luchón [el final de la etapa de hoy] es más duro", afirmó Delgado, "pero habrá que seguir improvisando". Si hoy Delgado no reduce diferencias con más amplitud, el Tour empezará a escaparse de su control.

Para otros corredores la etapa resultó concluyente. Tales fueron los casos de Breukink y Roche, que superaron los 10 minutos de desventaja. El suizo Urs Zimmermann también estuvo flojo y perdió 6.29 minutos, pero mayor sorpresa provocó el norteamericano Andrew Hampsten, que no aguantó el ritmo de los grandes, aunque con pérdidas de tiempo mucho más reducidas. La gran decepción, sin embargo, la protagonizaron los colombianos.La clasificación general empieza a desglosar nombres separados por diferencias de tiempo estimables. Los casi cinco minutos que hay entre Lemond y Fignon- con respecto a Mottet pueden empezar a surtir efecto. Ni que decir tiene que los 6.24 de distancia entre Delgado y el liderato empiezan a ser preocupantes: sólo restan dos verdaderas etapas de montaña, las cuales cuentan con un promedio de 60 kilómetros menos de recorrido en comparación con el trazado del pasado año. Delgado empieza una breve cuenta atrás: tres, hoy; dos, la cronoescalada del próximo domingo, y uno, l'Alpe d'Huez, el miércoles 19.