Naturaleza salvaje
La confrontación entre civilización y primitivismo, entre naturaleza en estado puro y naturaleza tocada por el orden del hombre, que esta misma semana hemos visto expuesta en la algo cargante La selva esmeralda vuelve a aparecer hoy -y también arropada en su trama en un enfrentamiento padre-hijo- en Aguas pantanosas, una obra maestra de Jean Renoir.Es esta la la primera película de la etapa americana de Renoir. Llamado a Hollywood por Darryl F. Zanuck, aunque no para rodar esta obra, sino otras que el cineasta rechazó sistemáticamente hasta encapricharse de un guión de Dudley Nichols, sobre el que hizo Aguas pantanosas.
Sin embargo no se salió con la suya Renoir en su idea de rodar la película en los escenario naturales de Georgia, en los pantanos de Ofenokke (lo que rompía las tradiciones de Hollywood) y tuvo que aceptar filmar un 90% del metraje en decorados de estudio.
No importa: Aguas pantanosas, aunque no fuera rodada totalmente como deseaba Renoir, rezuma realismo por sus cuatro costados y permite al cineasta realizar una exposición tensa limpia, telúrica y penetrante del comportamiento humano, cruel y salvaje como el medio en que aquí se desenvuelve.
Otras películas de hoy son La profecía y Página en blanco. Siguiendo con la ola de cargas demoniacas implantados por El exorcista, la primera iniciaría una saga -La maldición de Damien y El final de Damien- de gran éxito sobre el tema; La profecía es un filme con nervio, sumamente inquietante y con escenas sobrecogedoras. Página en blanco es una comedia muy teatral que salva su honor gracias a la puesta en escena de Stanley Donen y a su cuarteto protagonistas: Cary Grant, Deborah Kerr, Robert Mitchum y Jean Simmons. Por lo que hace a Secretaria brasileña es un divertido musical Fox a mayor gloria de Betty Grable y Carmen Miranda.
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