Una asignatura pendiente

La contrarreloj por equipos puede dejar de ser una asignatura pendiente para el ciclismo español por varios motivos. Uno radica en que casi no hay conjunto español que no tenga gregarios extranjeros en sus filas, más baratos que los españoles, y de probada eficacia en cierto tipo de etapas. Otro, en que los españoles se han habituado ya a la tecnología punta en lo relativo a bicicletas y ruedas lenticulares y paraculares. Y, el tercero, es que se utiliza la estrategia propia de estas carreras, en la que quien puntúa por el equipo es el corredor que entra en quinto lugar.La participación española en pruebas contrarreloj por equipos señala una progresiva evolución. Atrás parece haber quedado el generalizado complejo de inferioridad con que tomaban la salida los españoles, quienes se habían acostumbrado a perder entre tres y cinco minutos, por término medio, en este tipo de etapas. El Reynolds es un ejemplo perfecto aunque no quien mejores resultados ha cosechado. Así, en 1983, el Reynolds fue décimo en la contrarreloj por equipos, a 5.50 minutos de diferencia del primero, el Mercier belga. En 1984, fue 13 a 3.06. En 1985, 13 a 3.40. En 1986, 16 a 5.17. En 1987, 12 a 1.40. Y el pasbdo año, 7 a 1.02. Así pues, el Reynolds ha ido evolucionando de pérdidas de tiempo de cierto grosor a reducirlas a poco más de un minuto. El Reynolds llevaba con orgullo el contar con corredores españoles de buena capacidad en contrarrelejes, pero esa confianza no quedaba reflejada en sus resultados finales.

Pero, el mayor contraste en la evolución de los españoles se centra en el BH de Javier Mínguez, unequipo casi 100% español y que ha pasado de fracasos estrepitosos (en 1987, el BH se despistó por las calles berlinesas para perder casi cinco minutos), a la mejor actuación española, justo el pasado año: en 1988, el BH fue quinto a 55 segundos del primero, el Panasonic.

La contrarreloj por equipos ha evolucionado también un tanto entre sus principales dominadores. Los equipos franceses, léase Renault, La Vie Claire o Systeme U, dominaron esta prueba hasta 1986. En 1987 ganaron los italianos del Carrera y en 1988 los holandeses del Panasonic. La contrarreloj por equipos parece haberse estabilizado en torno a los 50 kilómetros de recorrido (en 1983 fue de 100 kilómetros) y solucionado la papeleta de los tiempos compensados por diferencias reales.

Así, la contrarreloj de hoy, en Luxemburgo, de 46 kilómetros de recorrido, valdrán las diferencias reales, salvo que éstas sean superiores a los cinco minutos. Panasonic, Carrera y PDM parecen los aspirantes al triunfo, mientras que el RMO y el Super U franceses cuentan con mejores posibilidades que hace un año.

Y, ¿Qué harán los españoles?. La estadística parece inclinarse porque no pierdan mucho más de un minuto. Pero la estadística es un recurso un tanto imperfecto en el ciclismo, donde los pinchazos, las caídas, el clima, la salud y la paciencia, son elementos que influyen en el resultado final de cada etapa.