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La familia real, en Ascot

Zara Philips lució su primera pamela

Mábel Galaz

La familia real británica acudió el martes a su cita anual en el hipódromo de Ascot, a pocos kilómetros de Londres. En este recinto hípico, uno de los más señoriales del Reino Unido, se disputa todos los años uno de los encuentros más importante del año y suele ser una de las contadas ocasiones en las que se puede ver en público a la reina de Inglaterra y a todos su hijos.La reina Isabel, gran aficionada a las carreras y propietaride una de las cuadras más importantes del Reino Unido, sigue con gran interés las pruebas, y en alguna ocasión llega incluso a perder su habitual rigidez para gritar a sus caballos favoritos. En Ascot es norma que cuando un ejemplar de la soberana británica gana una carrera los caballeros se quiten los sombreros y la damas hagan una reverencia en el momento en que se produce la victoria.

Zara Philips, hija de la princesa Ana, rompió este año el protocolo al permitírsele acceder a Ascot a pesar de tener tan sólo 12 años, cuatro menos de los permitidos para acudir a este hipódromo. Fue su abuela quien la invitó especialmente ante la gran afición que la niña demuestra por este deporte. Zara, eso sí, lució, como es obligatorio, una pamela, la primera que se ha puesto en su vida. Un portavoz de la reunión de Ascot señaló, según Efe, que, aunque no es tradición la entrada en el recinto de menores, la reina puede autorizarlo porque se trata de "su propio hipódromo y la menor era su nieta".

Las damas aprovecharon la reunión de Ascot para lucir espectaculares sombreros y vistosos vestidos, mientras los caballeros se tocaron con el también obligatorio sombrero gris.

Las elevadas temperaturas que se están registrando estos días en el Reino Unido produjeron numerosos desmayos entre los asistentes, como el de la mujer que muestra la fotografía. El primer día de carreras, de los cuatro habituales, la temperatura llegó a alcanzar 31 grados, agudizados por la elevada humedad ambiental.

Sarah Ferguson, esposa del príncipe Andrés, estaba mucho más delgada que en anteriores apariciones en público. A pesar de que el amarillo está considerado en el mundo de los caballos como un color que da mala suerte, la princesa no tuvo reparo en lucir un traje de este tono, complementado con una pamela negra ribeteada de tul, atuendo bastante más discreto de lo que suele ser habitual en ella.

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Sobre la firma

Mábel Galaz
Fue la primera mujer en pertenecer a la sección de Deportes de EL PAÍS. Luego hizo información de Madrid y Cultura. Impulsó la creación de las páginas de Gente y Estilo. Ha colaborado con varias cadenas de televisión y con la Cadena Ser. Ahora escribe en El País Semanal.

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