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ATLETISMO

Ben Johnson reconoce haber tomado esteroides para mejorar sus marcas

Ana Alfageme

El velocista canadiense Ben Johnson reconoció ayer haber tomado esteroides durante su vida deportiva, pese a desconocer sus efectos secundarios. El atleta se coloca así en el papel de víctima, engañado de alguna forma por su entrenador Charlie Francis y su médico George Mario Jamie Astaphan. Es la estrategia que su abogado, Edward Futerman, prepara para la jornada de hoy, en el segundo día de su comparecencia ante la comisión Dubin, de investigación oficial sobre el consumo de drogas, en Toronto.

Big Ben saltó de una pequeña furgoneta a las 10.30 horas de ayer (16.30 hora española), frente al número 1.235 de Bay Street, un moderno edificio del centro de Toronto, sede la comisión Dubin, dirigida por el juez del mismo nombre, que desde enero pasado ha interrogado a 61 personas, en una investigación oficial para esclarecer el consumo de drogas por los deportistas canadienses.Durante tres horas distribuidas a lo largo de la jornada de ayer Johnson contestó lacónicamente la mayor parte de las veces a su interlocutor, el consejero Bob Armstrong. El yes, sir (sí, señor), fue la nota dominante de la sesión, ya que Johnson declara después de los testimonios de su entrenador y de su médico, que han aportado a la comisión abundantes datos. Mediante las preguntas de Armstrong y con el tartamudeo que hace prácticamente ininteligible su acento jamaicano, el hombre más rápido del mundo fue repasando sus datos biográficos, sus triunfos deportivos y la parte conflictiva de la historia: desde 1981, fecha en que al parecer Big Ben comenzó a ingerir esteroides, hasta 1986.

En 1981 el atleta, según su testimonio, comenzó a ingerir dianabol -las denominadas por Johnson pastillas azules- por consejo de su entrenador, Charlie Francis. En 1982 ingería las tabletas rosas, llamadas winstrol V, y que contenían stanozolol, la droga que fue descubierta en el análisis practicado a Johnson durante los últimos Juegos Olímpicos de Seúl. Johnson también admitió ayer haberse drogado desde 1985 con estazoagol (urazabol).

Hormona de crecimiento

En su relato apareció también la hormona de crecimiento, con efectos anabolizantes, preescrita la primera vez que el atleta acudió a visitar a Astaphan, el 11 de enero de 1984, cuando su madre (a la que él aludió en varias ocasiones y que estuvo presente en la sala) se preocupó por una lesión de ligamentos que Johnson padecía en su rodilla izquierda.

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Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

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