Chesnokov ganó a Wilander y jugará la semifinal con Chang
Andrei Chesnokov (URSS) añadió una sorpresa más al torneo de Roland Garros de tenis al derrotar ayer a Mats Wilander (Suecia, 4), el campeón de 1982, 1985 y 1988, por 6-4, 6-0 y 7-5. Chesnokov se enfrentará mañana en semifinales a Michael Chang (EEUU, 15), que venció a Ronald Agenor (Haití) por 6-4, 2-6, 6-4 y 7-6 (8-6). Chang repitió algunas de las triquiñuelas que tan buen resultado le dieron en el partido ante Ivan Lendl y que han provocado cierta polémica en la Prensa francesa. La otra semifinal la jugarán Boris Becker (RFA, 2) y Stefan Edberg (Suecia, 3). Ninguno de los cuatro había conseguido hasta ahora llegar a la final de París.
Mats Wilander está en crisis vital desde que ganó el Open de Estados Unidos en septiembre del año pasado. "Fue el mejor partido de mi vida", dijo entonces, tras vencer a Ivan Lendl. No ha vuelto a recuperar su forma de antaño, y ayer escribió un capítulo más de su negra biografía tenística de los últimos meses. En 1989 no ha sido capaz de ganar un torneo, y en pocos meses ha bajado de la primera a la cuarta posición en la clasificación mundial.Andrei Chesnokov, que aprendió a jugar estudiando vídeos de Bjorn Borg, tuvo ayer más velocidad de movimientos., más dureza en sus golpes y más resistencia física y mental que Wilander. Ganó el segundo "set" con un sorprendente 6-0, y remontó un 5-2 en contra en el tercero -Wilander desaprovechó, con su saque, tres bolas de set consecutivas con 5-3- para ganar el partido. Esta victoria ayudará sin duda a Chesnokov en su pequeña revolución personal., Está enfrentado a las autoridades deportivas de su país, y exige quedarse con un porcentaje importante de sus ganancias económicas. Checsnokov llegó a bromear sobre el tema. "Seguro que estaré más motivado si me dan más dinero, pero déjenme guardar el secreto de cómo conseguiré aumentar mis ganancias".
Nuevas artimañas
Previamente, Michael Chang pudo darse cuenta del apoyo que tiene en París. De nuevo utilizó sus artimañas para desconcentrar al rival. Con 4-4 en el cuarto set, saque de Agenor y 15-40, Chang avanzó unos metros y volvió a colocarse en la línea del cuadro de saque, como hizo ante Lendl, ante la risa colectiva de todo el público. La táctica volvió a funcionar, y Agenor cometió doble falta para perder el servicio. Pero esta vez Agenor le devolvió la moneda; en el siguiente juego imitó su táctica, e igualó a cinco. La manga llegó a la muerte súbita y, con 6-5 de Agenor y bola de set, el haitiano repitió otra vez la triquiñuela psicológica. Esta vez no funcionó, y el show teatral poco habitual en una pista de tenis, alcanzó su cénit con Agenor autogolpeándose, al estilo de lo chiitas iraníes, cinco veces seguidas con la raqueta en su cabeza, justo antes de perder definitiva mente el partido.Chang ha despertado polémica. La mayoría se ha volcado con él, pero otras voces le han critica do "su teatro". Él dice que sólo lo hace para desconcentrar al rival, pero no para reirse u ofenderle.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.