Una lista de enseñantes con incógnita
, Veinte de los 60 componentes de la lista electoral centrista son profesores, universitarios en su mayoría, de enseñanza media o de EGB. Ésta es la característica más notoria, a simple vista, de un conjunto de candidatos que aporta, en conjunto, una muy alta cualificación académica.
José Ramón Caso, secretario general del partido, encabeza la candidatura y provoca la mayor incógnita del proyecto: su segura elección plantea la duda de si podrá simultanear sus estancias en Estrasburgo con las tareas de dirección del partido, sobre todo una vez que el hombre clave en el trabajo diario del CDS, Agustín Rodríguez Sahagún, acceda a la alcaldía de Madrid tras la mocíón de censura contra el alcalde Juan Barranco.
Esta complicada posibilidad la niegan gentes bien informadas del CD S, a la vez que dan por seguro el alejamiento político de Caso en el CDS y su exilio europeo para dejar sitio a Rafael Arias Salgado.
La lista ofrece en quinto lugar, es decir, con la elección prácticamente asegurada, un apellido de gran resonancia democristiana, Guadalupe Ruiz-Giménez, hija del ex defensor del pueblo, nombre que se barajó en el CDS como posible cabeza de la candidatura.
Junto a estos dos nombres, las primeras posiciones vuelven a ser ocupadas por los mismos que ya fueron elegidos en 1987: Eduardo Punset -otro nombre que pesó seriamente para iniciar la lista-, Raúl Morodo, Rafael Calvo Ortega, José Emilio Cervera y José Coderch.
La gran ausente entre los que obtuvieron escaño europeo es Carmen Díez de Rivera. Ausente y contrincante ahora en las listas electorales del PSOE, adonde se marchó tras el ingreso del CDS en la Internacional Liberal.
Una última característica de la papeleta electoral, aunque sea para puestos sin probabilidad razonable de elección, es la dispersión geográfica de los candidatos: se han incluido nombres representativos del partido en las diversas regiones españolas, gentes de los aparatos provinciales y regionales del CDS.
