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Los futbolistas sometidos al control 'antidoping' denuncian la falta de instalaciones adecuadas

Los futbolistas que el domingo fueron sometidos al control antidoping han denunciado las deficiencias de los locales en que se realizó. Los clubes en cuyos campos se llevó a cabo los improvisaron en pocos días. El control creó a los jugadores problemas en sus viajes de regreso, por las dificultades que algunos tuvieron para orinar tras los partidos para la toma de las muestras. Alba, portero del Rácing de Santander, aseguró que acabó medio borracho porque tuvo que beberse cuatro cervezas para orinar, y Horcajada y Navajas, del Mollerusa, se tomaron seis botellas de agua embotellada y una limonada.

El Logroñés, informa Ovi Alberola, inició el pasado jueves el acondicionamiento del local del control. Las sillas fueron trasladadas desde la sala de Prensa y las bombillas se instalaron de forma provisional para que la toma de muestras no se realizase a oscuras. Los dirigentes del club riojano no pudieron introducir en el local la mesa prevista por la estrechez de la puerta y debieron colocar otra más pequeña. El médico del Barcelona, el doctor Baños, comentó ayer: "Los jugadores tuvieron que salir a la calle y el control se realizó en un tenderete improvisado de la Cruz Roja".Miguel y Pedro Pablo, los jugadores del Elche controlados, señalaron las incomodidades del local del campo en que se llevó a cabo. "Se trata de una especie de enfermería, en la que hay instalados diversos instrumentos de gimnasia. El control, en estas condiciones, es algo incómodo", aseguró Miguel. Pedro Pablo, por su parte, señaló: "Las instalaciones sabemos que no son las reglamentarias y así se lo diremos a la AFE".

El Mallorca, informa Patricio Candia, preparó la pasada semana una habitación destinada a vestuario arbitral para realizar el control, mientras el Sabadell, según Francisco Javier Álvarez, dispuso la enfermería del campo para ese menester.

La AFE aconsejó a los jugadores, días antes de que se iniciase el control, que hiciesen constar en el acta del mismo, en su capítulo de observaciones, las deficiencias que apreciaran, entre ellas las de las instalaciones. Ninguno ha utilizado esta vía. Los dirigentes de la AFE estiman que estas deficiencias podrían paralizar un caso positivo por defecto de forma.

El reglamento del control, aprobado por la federación, en la que están representados la Liga Profesional, la AFE, los árbitros y los entrenadores, exige dos salas adecuadas en cada campo, una de espera y otra para la toma de las muestras.

Los futbolistas se encuentran, además, con otras incomodidades, motivadas por las dificultades para orinar para la toma de las muestras que controlar. Suelen cerrar las instalaciones de los campos cuando sus compañeros ya han iniciado el viaje de regreso. Los azulgrana Zubizarreta y Alexanko regresaron a Barcelona, acompañados de su médico, en el automóvil del cocinero del equipo, Avelino, porque la expedición no les esperó. Los osasunistas De Luis y Berastegui perdieron el avión en que su equipo viajó de Alicante a Madrid y, por tanto, debieron efectuar el desplazamiento en un taxi, que les costó 40.000 pesetas, y llegaron a las tres y media de la mañana.

El portero del Rácing, Alba, comentó: "Acabé el control bastante marcado y casi borracho. Tuve que beberme litro y medio de agua y cuatro cervezas para orinar, además de darme cuatro duchas de agua fría. Preferiría que no me correspondiese pasarlo más veces". Horcajada y Navajas, del Mollerusa, se tomaron, cada uno, seis botellas de agua y una limonada y, aun así, apenas orinaron. En cambio, ya de viaje, su autocar tuvo que efectuar una parada para que orinasen.

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