La policía detiene en Móstoles a un matrimonio con un alijo de 'coca', cinco pistolas y 15 millones en metálico

El grupo local de Estupefacientes de Móstoles ha detenido al matrimonio formado por Antonio Carmona Romero y María del Pilar Amador Navarro, ambos de 41 años, como presuntos traficantes de droga. Los detenidos poseen un piso en Móstoles, un chalé en Getafe y una tercera casa en el barrio madrileño de Pan Bendito. A los inculpados se les requisó 625 gramos de cocaína, cinco pistolas con abundante munición y 15 millones en efectivo. La droga era distribuida fundamentalmente en Salamanca y Levante. El lujoso tren de vida del matrimonio fue lo que motivó las sospechas de la policía.

Los detenidos, ambos con antecedentes por delitos contra la propiedad y el tráfico de drogas, se encontraban ayer en las dependencias de la comisaría de Móstoles, mientras continuaban los interrogatorios para conocer sus relaciones con posibles traficantes de droga de Salamanca y en varias ciudades del Levante. Prosiguen las investigaciones para desmantelar la red de narcotraficantes en dichas ciudades.Según informó ayer la Jefatura Superior de Policía de Madrid, la relación con pequeños traficantes de Móstoles y el lujoso nivel de vida que llevaba el matrimonio, que contrastaba con su aparente falta de fuente de ingresos, despertó las sospechas de los funcionarios de la localidad, que comenzaron a vigilarlos hace ya tiempo. Hace unos días, los policías observaron que el matrimonio se disponía a salir de viaje, y ése fue el momento elegido para detenerlos, cuando circulaban en un Ford Sierra por la calle de Las Palmas. En el interior del vehículo se encontraron los 625 gramos de cocaína, que después de adulterada se hubieran convertido en unas 37.000 dosis.

La policía supo que el matrimonio tenía también una casa en Pan Bendito, un barrio chabolista de Madrid, y un chalé en el Sector 3, en Getafe, además de otros dos coches y una caravana. En los registros domiciliarios se encontraron cinco pistolas con abundante munición, una ballesta, diversos útiles para manipular la droga, objetos de dudosa procedencia y 15,5 millones de pesetas, de los cuales medio millón en el piso de Móstoles y los restantes 15 millones escondidos en un hueco practicado en una pared del garaje del chalé.