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La caída del "Iadrón de la universidad"

Unas chicas detienen a un joven al que la policía imputa múltiples hurtos de bolsos en la Complutense

María Asunción se dio cuenta de que alguien acababa de robarle su bolso cuando se encontraba en la cafetería de la Escuela de Arquitectura. Ella, su amiga María José y otros compañeros decidieron salir en busca del ladrón. Recorrieron los pasillos del centro y vieron que uno de los retretes del servicio de caballeros estaba cerrado por dentro. Su olfato detectivesco no les falló: allí estaba el autor del hurto, al que retuvieron y posteriormente entregaron a la policía. Los agentes tienen el convencimiento de que el sospechoso trabaja en la universidad desde hace dos años.

La joven estudiante, de 24 años, perdió su cartera cuando en la tarde del pasado jueves estaba en el bar de Arquitectura. El autor del hurto fue un hombre que se acercó a la mesa con una chaqueta colgada del brazo a fin de tapar el bolso. Luego se apoderó de él en un descuido de la muchacha.Cuando María Asunción y sus amigos capturaron al ladrón, éste tenía en su poder 5.000 pesetas, una tarjeta Visa, el carné de identidad y otros documentos y un monedero de piel. Sin embargo, el presunto descuidero se había deshecho ya de una valiosa pluma de oro que la víctima valora en 40.000 pesetas. La policía supone que el ladrón se la había entregado a una mujer que suele actuar en complicidad con él.

Además de los objetos sustraídos a la joven universitaria, el carterista tenía también una tarjeta de crédito perteneciente a una profesora de la misma escuela de Arquitectura, a la que le había desaparecido el bolso un par de horas antes.

El individuo detenido por los estudiantes fue trasladado a la comisaría del distrito de Universidad, donde fue identificado como Emilio G. G., de 27 años, quien ha sido detenido otras cinco veces en el curso de los dos últimos años como supuesto autor de hurtos en las facultades de Ciencias de la Información, Derecho, Farmacia, Técnicos Agrónomos y en el Museo de Arte Contemporáneo, ubicado en la ciudad universitaria.

Rectorado

El Grupo de Investigación de Seguridad Ciudadana se hallaba tras los pasos del ahora detenido, al recaer sobre él fundadas sospechas, de que era quien cometía muchos de los hurtos que se registraban en la universidad. El malestar surgido entre los estudiantes llegó al rectorado e hizo que el comisario Félix Alonso Soria ordenase una operación para cazar al pertinaz cleptómano.Alonso asegura que "el 20% de las denuncias que actualmente recibimos en la comisaría está relacionado con hurtos registrados en las facultades de la universidad", buena parte de los cuales cree que pueden ser obra del detenido. El comisario calificó de "muy gratificante" la colaboración entre los estudiantes y la policía para resolver este caso.

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Los encargados de la investigación han enviado al juez un informe con el que pretenden demostrar el cariño que Emilio G. G. siente por la Complutense, como lo demuestra que ha sido detenido en alguna de sus facultades en las siguientes fechas: el 22 de enero de 1987, el 13 de julio del mismo año, el 26 de octubre de 1988, el 22 de febrero y el 8 de marzo del presente año, según fuentes policiales. Él asegura que es estudiante para justificar su asistencia a la universidad.

El juez de guardia dispuso que Emilio quedase en libertad provisional el pasado fin de semana, tras oír su declaración y conocer que el presunto infractor tiene domicilio conocido en el barrio de San Blas. Al saber que el detenido estaba de nuevo en libertad, el comisario Alonso comentó: "Nosotros cumplimos con nuestra obligación al detenerle y respetamos la decisión judicial".

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