Beenhakker: "Nos faltó fuerza mental"
J. DAMIÁN GONZÁLEZ, ENVIADO ESPECIAL, En el último partido de Leo Beenhakker en la Copa de Europa con el Madrid, el entrenador madridista destacó como aspecto más negativo del choque de San Siro la falta de consistencia anímica de sus jugadores: "No tuvimos la fuerza mental para reaccionar y recuperar nuestra moral tras el gol de Ancelotti". El vestuario madridista tardó tiempo en ofrecer la imagen de la desolación. Ningún jugador se sintió con ganas para subir a la sala de prensa de San Siro y tuvo que ser finalmente el capitán, Ricardo Gallego, quien asumiese tal obligación: "El Milán es mejor equipo y lo ha demostrado. Ha metido más goles y ha jugado mejor".
Para Beenhakker, el partido quedó reducido a los primeros 17 minutos: "En ese período de tiempo hemos dominado el juego y llevado la iniciativa. Se ha presionado muy arriba al Milán, no se le ha dejado practicar su juego habitual y se buscó entrar por las bandas. Pero al encajar el primer gol cada jugador empezó a buscar sus propias soluciones. Y desde ese momento el Milán se creció, realizó un gran partido con un fútbol sensacional, y demostró que es un gran conjunto. En realidad, desde ese minuto sólo existió un equipo en el campo".A la pregunta de si defensivamente el Madrid pudo echar de menos la altura de un jugador como Tendillo, Beenhakker respondió: "El segundo gol lo marcó Rijkaard y Tendillo no podría haber marcado a cuatro o cinco jugadores a la vez. Ya sabíamos que el Milán tiene más altura que nosotros, pero a veces hay que asumir ciertos riesgos porque también en el Bernabéu jugó Tendillo y nuestro rival Creó bastante peligro también de cabeza. Pero insistió en que los primeros 17 minutos los hemos jugado bastante bien y creo que con el equipo bien situado sobre el campo, pero desde el gol se perdió el sitio y la moral. ¿Por qué?. No sé aún en estos momentos lo que ha pasado por la cabeza de cada jugador, pero la realidad ha sido esa y me siendo un poquito decepcionado por ello. Desde ese gol hemos visto a un equipo sin moral".
Un periodista italiano le preguntó a Beenhakker si había sido su último partido con el Madrid: "En la Copa de Europa sí", respondió con cierta ironía el holandés, antes de añadir: "Yo entiendo que ese pueda ser el tema del día, pero si quieren. saber algo más al respecto hablen con el señor Mendoza". También respondió Beenhakker con evasivas a la cuestión que se le planteó sobre el posible final de un ciclo en el Madrid: "Las soluciones de futuro hay que buscarlas dentro de la propia casa, y este no es el momento adecuado ni el sitio idóneo para hacerlo".
Beenhakker afirmó que trató de recuperar la moral de sus jugadores en el descanso: "En fútbol todo es posible y siempre hay que tratar de buscar algo más, así que hablamos de recuperar nuestra forma de juego de los primeros 20 minutos, de seguir buscando un fútbol abierto por las bandas, de presionar por el centro del campo hasta arriba y, sobre todo, de terminar las jugadas en ataque. Sino se busca la portería no se puede ganar".
Para el capitán Gallego, "todo se vino abajo con el primer gol. Incluso diría que el Milán me gustó mucho más en el Bernabéu, fue mejor equipo que aquí, en San Siro. Me siento triste porque llevo tres temporadas, como muchos compañeros, manteniendo un buen nivel de regularidad en la Copa de Europa pero cayendo siempre en semifinales. Lo que hay que reconocer es que el Milán es mejor equipo que nosotros Lo ha demostrado porque ha ganado, ha metido más goles y ha jugado mucho mejor". Gallego, sin embargo, trató de encontrar un punto de esperanza anímica tras una derrota que podría dejar secuelas psicológicas muy negativas en la plantilla: "Si ganamos la Liga sería muy bonito llegar otra vez a las semifinales de la Copa de Europa".
Arrigo Sacchi, entrenador del Milán, afirmó: "Ha sido un bella victoria contra una escuadra de gran tradición histórica.
Es cierto que pasamos apuros en los primeros 17 minutos porque mi equipo salió muy poco agresivo, pero supo reaccionar porque tenemos una buena condición física y una moral altísima y por eso superamos esos malos momentos hasta completar un gran partido".
La alegría del Milán sólo se vio empañada por la lesión de Gullit. El holandés tiene un fuerte golpe que le ha podido afectar al menisco de su pierna derecha y se teme lo peor, hasta el punto de que hoy mismo será sometido a un artroscopia.
Ramon Mendoza no acudió a la sala de Prensa tras finalizar el partido. Inmediatamente después de acabar, el encuentro se dirigió a los vestuarios para saludar a los jugadores" acompañado de Silvio Berlusconi, presidente del Milán. Éste también saludó, uno a uno, a los jugadores madridistas.
Berlusconi no se levantó a festejar ninguno de los goles de su equipo. "No podía hacerlo al ver la cara de mi amigo Mendoza", comentó. Al final del encuentro los dos presidentes se abrazaron. Mendoza llegó a llorar el algún momento. El presidente madridista prometió a Berlusconi que estará en Barcelona, el próximo 24 de mayo, para animar al Milán en la final de la Copa de Europa.
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