Abbie Hoffman, fundador del movimiento 'yippy'

Abbie Hoffman, líder radical en Estados Unidos en los años sesenta y fundador del movimiento YIP (Partido Internacional de la Juventud), fue encontrado muerto el pasado miércoles en su apartamento de Solebury, en Pensilvania (Estados Unidos). Hoffman, de 52 años, murió aparentemente de causas naturales, aunque hasta el próximo martes no se conocerán los resultados de la autopsia.

Hoffman, cabeza visible de la contracultura, fundó, junto a Jerry Rubín y Paul Krassner, el denominado YIP, cuyas siglas dieron nombre al movimiento yippy por similitud con los hippies, también de aquella época.

Saltó a la fama en 1967, cuando lanzó monedas en el suelo de la Bolsa de Valores de Nueva York, en un gesto simbólico que pretendía rememorar la expulsión de los mercaderes del templo de Jerusalén.

En 1968, él y otros activistas, conocidos como los siete de Chicago, fueron detenidos en esa ciudad a raíz de las violentas manifestaciones organizadas para protestar por la guerra de Vietnam cuando se celebraba la convención nacional del Partido Demócrata norteamericano. Fueron condenados por participar en la organización de los disturbios, pero las sentencias fueron revocadas posteriormente por un tribunal de apelaciones.

En 1973 fue detenido por vender cocaína, por valor de tres millones de pesetas, a unos policías camuflados. Libre tras depositar una fianza, Hoffman vivió durante seis años como un fugitivo, viajando clandestinamente por todo el país, camuflado como un oficinista, con el nombre de Barry Freed, hasta que decidió instalarse definitivamente en un pequeño pueblo de Pensilvania. En 1980 se entregó a la policía y, tras declarar ante un juez especial de narcóticos de Nueva York, quedó en libertad sin fianza. Un año más tarde fue conde nado a tres años de prisión, sentencia que nunca llegó a cumplir.

En su autobiografía, publica da en 1980 y que pronto será llevada al cine, Hoffman escribía: "Me siento identificado con los niños burgueses que quieren reemplazar las armas por las flores". Durante los últimos años de su vida publicó artículos en revistas, un libro de ensayos, una obra teatral, debutó como comediante en Nueva York y viajó por el país como conferenciante.