Craxi pide al PCI que cambie de nombre

Bettino Craxi, secretario general del Partido Socialista Italiano (PSI), ha adelantado en Sorrento, dirigiéndose a los eurodiputados socialistas de la CE -en una reunión dedicada a las futuras elecciones europeas-, la plataforma del próximo congreso de su partido, que se celebrará en Milán a mediados de mayo próximo. Y, al mismo tiempo, respondió al reciente congreso del Partido Comunista Italiano (PCI), que cogió a los socialistas de sorpresa, ya que no esperaban una afirmación tan tajante de su propia identidad Craxi arirmó que el PCI tiene que empezar por cambiar de nombre

Mientras personajes históricos de lajerarquía de Botteghe Oscure -sede del PCI- como Pietro Ingrao, Giuliano Lama y Paolo Bufalini están por dejar paso a los jóvenes y a un número considerable de mujeres también jóvenes, Craxi insiste en que el PCI, si piensa en una posible unidad de la izquierda en Italia, tiene que empezar por "cambiar de nombre". Y el líder socialista defendió su tesis recordando -en latín- que los nombres forman parte de la sustancia de las cosas.Craxi ha insistido en que la alternativa a la hegemonía democristiana no es aún posible en este país porque "faltan numéricamente las fuerzas progresistas" necesarias para construirla. Pero ha añadido que hacia ello se va. Y ha recordado que, bajo su secretaría, el PSI, que parecía condenado a morir, "se ha duplicado", y que si antaño los socialistas eran una cuarta parte de los comunistas, hoy son ya la mitad. Y, polémicamente, comentó: "Nos acusan de ser conservadores, pero nosotros crecemos con los votos comunistas, no con los moderados".

El líder socialista ha definido al comunismo como "arqueológico", y apoyó en esa caracterización la petición de que cambie de nombre. Dirigiéndose a los socialistas europeos, les dijo: "El PSI no pretende tener la hegemonía de la izquierda en Italia. ¿Pero es que os podéis imaginar hoy en Europa un partido comunista a la cabeza de la izquierda?". Y añadió: "Hacen bien los comunistas italianos en viajar por Europa abriendo relaciones con socialdemócratas y laboristas, pero mi impresión es que lo que pretenden es decir: 'Los verdaderos socialistas en Italia somos nosotros'. Quieren usar dichas relaciones contra nosotros".

Craxi ha insistido en que la política italiana podrá cambiar y desbloquearse sólo con ciertas reformas institucionales y propone la que él considera fundamental: la elección popular del jefe del Estado y de los alcaldes. Craxi piensa que sólo así podría polarizar toda la fuerza progresista del país.

Por su parte, en la Democracia Cristiana (DC) las aguas están muy agitadas tras la llegada a la secretaría al poder del conservador Arnaldo Forlani. El ex secretario Ciriaco de Mita, en una entrevista del semanario Panorama, después desmentida, acaba de confesar que en el congreso de la DC le habían traicionado sus amigos.