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Vicente Miera: "He vencido muchas resistencias en mi carrera"

El técnico ovetense dice que en España "todos quieren un coche importado"

La mano de Vicente Miera se nota en el Oviedo, en la cresta de la ola con una plantilla modesta. Ligado al Madrid ocho años como jugador, a Miera se le ha considerado un hombre de la Casa Blanca, lo que, según él, le perjudicó cuando entrenó al Atlético. En Asturias ha labrado su carrera como entrenador del Langreo, Oviedo y Spórting, y también dirigió al Español, Atlético y durante cuatro años estuvo de ayudante de Miguel Muñoz en la selección. Miera sostiene que ha tenido que vencer "muchas resistencias en mi carrera", quizá porque en el fútbol español "todos quieren tener un coche importado".

Pregunta. ¿Su aspiración sigue siendo la de organizar y supervisar desde la base al primer equipo, sin tener que sentarse en el banquillo?Respuesta. Eso es lo que tengo previsto. No sé si tardaré más o menos en conseguirlo. Quisiera tener en mi mano el panorama global del club y unos hombres que sean los que ejecuten. Un poco como se hace en otros países europeos. Personalmente, me gusta mucho el orden y la tranquilidad con que se hacen las cosas en el Athlétic de Bilbao.

P. Usted ha vivido el fútbol de abajo arriba.

R. Quizá sea uno de los pocos o el único de los entrenadores españoles actuales que ha empezado en juveniles, y que ha pasado por Tercera, Segunda, Primera y haya llegado a la selección. Y cada día con el mismo lema: terminar y volver a comenzar. Y creo que he roto algunos moldes. Y he vencido muchas resistencias. Por ejemplo, fui el primero en comenzar, cuando estábamos en Segunda, con las pretemporadas tal como se realizan ahora; logré imponer los entrenamientos de mañana y tarde, pese a que la gente se quejaba; puse en marcha las concentraciones pospartido, que en seguida trataron de echar abajo, y los que más las censuraron, las aplicaron después.

P. ¿El fútbol está un poco desquiciado?

R. Es cierto que los resultados hacen bueno y malo cada momento. Cuando un equipo debe mucho y consigue ganar nadie se acuerda de la deuda o pasa a segundo plano. Con un mal resultado, se echa el mundo encima. Se dramatiza todo en exceso. Hay una tensión grande que genera declaraciones fuera de lugar. Eso trasciende a los aficionados, produce agresividad y de ahí a la violencia no hay nada. Los profesionales, los entrenadores, los jugadores somos los más discretos haciendo declaraciones, salvo muy raras excepciones. Son la gente que rodea el fútbol, los no profesionales, los que complican todo esto.

P. ¿No cree que hay más factores que influyen en la violencia?

R. Sin duda, pero todo va unido. Lo que quiero decir es que si hay un incendio y le echas gasolina, pasa lo que pasa.

"Siempre he ido por libre"

P. Ese mundo ha convertido a los entrenadores en seres muy especiales. Muchas veces se dice que ustedes reciben presiones, que colaboran en colocar jugadores, que cobran por ello.

R. Jamás me ha ocurrido eso. Ni han tratado nunca, ni nadie me lo ha insinuado siquiera, llevar o traer este o aquel jugador, ni me pidieron que hay que poner a un jugador de titular. Siempre he ido por libre.

P. Por su carácter se le considera incluso raro, de trato difícil. ¿Por eso no ha llegado a entrenar un club grande?

R. Para mí eso que dice son elogios. Ésta es mi forma de entender las cosas y si fuera de otra seguramente no estaría entrenando ahora a un equipo de fútbol. Soy un profesional, con la responsabilidad, los deberes y las obligaciones que conlleva, pero también con mis derechos.

P. Usted conoce la selección, la ha vivido. ¿Qué se puede esperar de esta generación de jugadores con Suárez?

R. Se puede esperar mucho. Lo difícil era cómo estaba España después del 82. El Mundial fue una enorme decepción. A partir de entonces, se sentaron las bases para que aquello volviera a funcionar. Fue algo psicológico, porque la gente volvió a entregarse a la selección. Lo de Malta fue el día más feliz de este país. Aquello trajo una alegría espontánea y todo el mundo volvió a creer en el equipo nacional. Fuimos subcampeones de la Eurocopa, estuvimos en México, y se hizo una buena base.

P. ¿Se fue de la selección porque no hubo acuerdo económico?

R. Eso fue lo que se dijo, pero conmigo no llegaron a negociar. Yo tenía mucha ilusión por el Mundial de Italia, y había hablado mucho con Muñoz de ello, porque va a celebrarse en un país con circunstancias ambientales que se ajustan mejor que las de México a nuestro equipo. Pero al volver de México no hablaron conmigo.

La relación con Muñoz

P. ¿Mantiene la misma relación con Muñoz ahora que cuando estaba en la selección?

R. Siempre hemos tenido muy buena relación. Antes, durante y después de la selección. Lo que él no podía hacer, y yo no lo hubiera consentido, es que cuando no me ofrecieron renovar él se marchara por solidaridad.

P. ¿Hubiera llegado más arriba si fuese extranjero?

R. Quizá. En España, a los de fuera les valoran más. Todo el mundo quiere tener un coche ¡mportado, aunque aquí los haya de la misma calidad.

P. ¿Ha recibido alguna oferta de¡ Real Madrid?

R. A veces se ha comentado, pero el Madrid nunca se ha dirigido a mí. Creo que con esto hay una equivocación permanente. Fui jugador de¡ Madrid pero desde que me marché en 1969 no he vuelto a tener el más mínimo contacto profesional. He hecho mi carrera fuera. Ni entrené a los juveniles ni a ningún equipo recomendado por el Madrid. Cada paso lo he ido dando yo solo. Pese a todo esto, he tenido problemas porque me han ligado a él. Es algo que no puedo quitarme de encima, aunque estoy contento por haber pertenecido a esa sociedad.

P. ¿Esos problemas surgieron cuando estaba en el Atlético?

R. Desde el primer día se creó un ambiente desfavorable contra mí. Nunca logré entenderlo.

P. Y, además, iba bien cuando le destituyeron.

R. Creo que no se ha vuelto a llenar el campo desde entonces. Habíamos ganado los torneos de verano, entre otros al Madrid, al Flamengo, al Werder Bremen; íbamos bien, pero perdimos con el Guimaräes en la competición europea cuando ya estaba en marcha la campaña que trataba de minamos. No había tranquilidad en el exterior nuestro.

P. ¿Influyó en su destitución que Luis Aragonés tuviera que dejar al equipo por una enfermedad en la pretemporada, y que él era una institución en el club?

R. Eso tendrán que decirlo quienes crearon aquel ambiente.

P. Usted vivió el Madrid ye-yé que sustituyó a aquel gran equipo de las cinco Copas de Europa. ¿Cómo ve al Madrid actual?

R. Es un gran equipo, y con futuro. No ha ganado la Copa de Europa aún, pero lleva tres Ligas consecutivas.

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