Puro Broadway

Descalzos por el parque procede de un éxito teatral, puro Broadway, y la adaptó en el guión su propio autor, el célebre Neil Simon, dejando la responsabilidad de su puesta en escena a un corriente y moliente director de comedias más o menos clásicas Gene Saks, hombre que vale lo que sus actores (ahí están La extraña pareja o Flor de cactus como ejemplos: ¿qué sería de ellas sin Matthau, Lemmon, Bergman o Hawn?); aquí, Robert Redford y Jane Fonda, como joven pareja y los veteranos Charles Boyer y Mildred Natwick cumplen a la perfección sus papeles en este enredo de amores, desamores y problemas matrimoniales, cuya espina dorsal es vieja, tan vieja como el teatro de boulevard. Viejos son también sus esquemas éticos: que nadie se lleve a engaño con la vida liberal de sus dos protagonistas principales, ni con el marco elegido de Greenwich Village, porque en el fondo de la botella encontraremos todos los valores tradicionales del american way of life.A contracorriente es, sin embargo, la propuesta de La luz (Yeelen), filme de Malí dirigido en 1987 por Suleimán Cissé y bendecido por un premio especial del jurado en Cannes. Las raíces de un pueblo, sus supersticiones música y especial magia concentrados en una obra de difícil penetración, como corresponde a cultura tan lejana pero que, sin lugar a dudas, merece verse.