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Los presidentes Escámez y Conde comunicaran el lunes al Banco de España la ruptura de la fusión

Los presidentes de los bancos Central y Banesto, Alfonso Escámez y Mario Conde, se reunirán el lunes con el gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, en un encuentro en que se cumplirá con la formalidad de anunciar a las autoridades monetarias la ruptura del proceso de fusión iniciado en mayo pasado. Los portavoces de Banesto, Banco Central y Cartera Central reconocieron a última hora anoche que la reunión de consejo de administración del Banco Español Central de Crédito (BECC) había sido la última. "El proceso de fusión está roto", señalaron todas las fuentes consultadas. Uno de los temas que ambos presidentes bancarios deberán abordar con Rubio es una salida para las respectivas autocarteras, que en el caso de Banesto podría verse incrementada en un 5%.El Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores requirieron el pasado jueves a todos los consejeros de Banesto y Central para que no realicen ningún tipo de operaciones con sus acciones mientras no se aclare el futuro de la fusión de ambos bancos. Asimismo, pidieron información a los presidentes de ambas entidades sobre la compra-venta de acciones de los consejos de administración desde el pasado 1 de enero.

Rosa Conde, ministra portavoz del Gobierno, reiteró ayer, al término del Consejo de Ministros, las mismas recomendaciones de transparencia dictadas por el Banco de España a los consejos de administración del Banesto y Central.

El consejo de administración del Banco Español Central de Crédito (BECC) Holding se reunió ayer, tras un primer anuncio oficioso de suspensión, con una hora de retraso y cambio del lugar de la cita para despistar a los fotógrafos. Con anterioridad, los equipos responsables de Banesto y Central celebraron reuniones por separado para diseñar sus respectivas estrategias. Tras hora y media de deliberaciones, el consejo del BECC dio por finalizada la reunión, después de decidir no hacer público comunicado oficial alguno sobre la fusión.

Según Alfonso Escámez, presidente del Banco Central, en ningún momento estuvo en el orden del día de la reunión de ayer el estudio de la fusión entre Central y Banesto, sino aspectos técnicos sobre la misma que avanzaban en el proyecto, como la red informática. Según el banquero, el holding no tiene facultades para romper el proyecto de fusión; tal actitud correspondería a los consejos de administración, que deberían, posteriormente, convocar a las juntas generales de accionistas. Mientras no haya ningún cambio oficial al respecto, al desenlace de la fusión está pendiente de las desgravaciones fiscales y del informe oficial del Gobierno sobre la misma.

El cuidado de las formas por parte de Escámez coincide de hecho con la convocatoria para el lunes de las comisiones ejecutivas de ambos bancos para notificarles la decisión de ayer. El paso siguiente es la convocatoria de los consejos de administración. A lo largo de la semana mientras las reuniones internas dejan sentado el hecho, se procederá a desatar los nudos jurídicos que unen a ambos bancos.

Según el requerimiento del Banco de España, enviado el pasado jueves a las dos entidades, mientras no se aclare la situación nadie puede vender sus acciones. Así, aún no está cerrada la salida de KIO de Cartera Central, aunque fuentes próximas a la sociedad consideran que el próximo lunes se formalizará la venta, puesto que la autoridad monetaria incide en el control de movimiento de los consejeros, lo que no es el caso del grupo kuwaití. Otras fuentes insistieron en que Juan Abelló ya ha formalizado la venta de su participación en Banesto, aunque ésto podría haberse producido antes de conocerse la nota del Banco de España.

Fuentes bancarias señalaron ayer que tanto Banesto como Central han encargado a los asesores correspondientes que diseñaran alternativas para eliminar autocartera. El número de títulos propios en manos de sociedades participadas amenaza con incrementarse en un 5% del capital en ambas entidades. Una de las fórmulas propuestas sería la de amortizar los títulos excedentes, anotando una reducción del capital. Esta reducción sería reconstruida mediante beneficios fiscales de fusiones de los bancos principales con bancos menores de su propio grupo. La incorporación de estos beneficios a reservas y capital reconstruiría la posición patrimonial. Las objeciones centrales a esta operación son la dificultad de que Hacienda autorice beneficios fiscales a una fusión dentro del "mismo grupo.

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