Un acreedor acusa al secretario técnico del Atlético de falsificar una factura

José Diez, padre de Capón, jugador del Rayo Vallecano, afirmó a este periódico que el secretario técnico del Atlético de Madrid, Rubén Cano, "falsificó una factura de 200.000 pesetas". Díez, que trabaja como fontanero y soldador, realizó las obras de acondicionamiento de la caseta de vestuarios que el Atlético tiene en Las Rozas para sus entrenamientos y que fue bautizada hace meses como la cabaña del tío Tom. Cano niega la denuncia y dice: "Diez ha cobrado más de un millón, mucho más de lo que le correspondía en principio, y dispongo de un finiquito". Además, le califica de "borracho".Ambos se han cruzado en los últimos cuatro meses graves insultos y hasta amenazas de muerte, según un testigo, cuando Díez llegó a salir detrás del coche de Cano. "Es verdad. Me fuí a por él porque me estaba toreando", confiesa Díez, cuya versión es la siguiente: "He tardado más de cuatro meses en ir cobrando porque Cano, que es un golfo, me iba dando largas. Pero lo peor es que ha falsificado una factura. Algunos de los pagos que me ha hecho fueron en recibos de 50.000 pesetas, exactamente cuatro. Pero mi sorpresa se produjo cuando en su despacho me dijo que uno era de 200.000, cantidad que no había percibido. Mi hijo, presente, se dio cuenta de que el recibo había sido manipulado con tippex [líquido corrector] y, en vez de aparecer 50.000, figuraban 200.000. Me puse como un león en una leonera a la que ha entrado un conejo como Cano".

"Que un juez decida"

El secretario técnico rojiblanco lo desmiente todo: "¿Pero cómo voy a ensuciarme yo por 200.000 pesetas? Este hombre es un borracho que llegaba por las tardes al club y montaba unos escándalos increíbles. Y ha cobrado más de lo que debía porque, por evitar problemas, cada vez que reclamaba más dinero se lo iba anticipando. Es cierto que en Las Rozas hemos tenido enfrentamientos y que le dije un día que, como hombre, se estaba aprovechando de que yo tenía el brazo en cabestrillo, ya que lo que se merecía era una buena paliza".

Respecto al polémico documento, Cano asegura: "También ahí he pecado de tonto. El recibo, con la firma de Jesús [el presidente del Atlético, Gil], estaba preparado por esas 50.000 pesetas. Sin embargo, me dijo que necesitaba más dinero y yo, en lugar de citarle para otro día y preparar otro, llamé a Jesús y sobre el mismo documento, en efecto, cambié la cifra borrando la anterior con el líquido corrector. ¿Qué cuánto le dí? Las 200.000, por supuesto. Pero es que esto se arregla fácilmente. Que ponga sus papeles encima de la mesa de un juzgado, yo pondré los míos con todo lo que ha cobrado y sus firmas en ellos y que el juez decida".