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Alerta en Las Palmas por el peligro de inundaciones

Los servicios de Protección Civil de Las Palmas decretaron ayer la alerta ante las fuertes precipitaciones que se registraron a lo largo de toda la tarde en la isla de Gran Canaria, lo que hacía temer que se produjeran nuevamente inundaciones. Varios edificios de diferentes barrios de Las Palmas tuvieron que ser evacuados, mientras miembros de los tres ejércitos permanecían acuartelados y los servicios de Bienestar Social municipales contaban con más de 500 camas disponibles para el caso de que hubiera necesidad de desalojar a más ciudadanos.

El alcalde de la localidad grancanaria de Telde, el comunista Marcelino Galindo, dirigió personalmente la evacuación de dos edificios del Polígono de Jinamar, así como la evacuación de una casa en otro de los barrios de este importante núcleo urbano, a causa de las persistentes lluvias que se produjeron ayer. También fueron evacuadas cinco familias del barrio de las Rehoyas, debido a que sus casas quedaron inundadas por el agua, que llegó a alcanzar más de un metro de altura.La confusión que vivía Las Palmas en la tarde de ayer se acrecentaba por el hecho de una avería registrada en el satélite Meteosat. El delegado del Gobierno en Canarias, Eligio Hernández, anunció la suspensión del partido de fútbol entre la Unión Deportiva Las Palmas y el Club Deportivo Tenerife, que se iba a celebrar en el Estadio Insular, de la capital grancanaria, a las 20.30 de ayer, mientras se hacía pública la suspensión de los carnavales. No obstante y a pesar de mantenerse la alerta, Eligio Hernández señaló que la situación no era alarmante.

Enrique Vidania, concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Las Palmas, reconoció ayer que la ciudad no estaba preparada para una emergencia de este tipo, mientras el alcalde, el centrista José Vicente León, afirmó que, tras las recientes obras de circunvalación, los tramos seis y siete de dichas obras habían dejado a la ciudad sin salida al mar", y calculó en 4.000 millones de pesetas el coste probable de una reforma de las obras cuestionadas, reforma ya prevista en el plan general de urbanismo.

Por su parte, la Dirección General de Medio Ambiente canaria consideró, en una nota difundida ayer, como "no importantes" los destrozos resultantes en la agricultura, pese a las fuertes lluvias caídas.

La Jefatura Provincial de Protección Civil de Las Palmas había advertido previamente de la formación de nuevos núcleos tormentosos y, por tanto, deposibles e intensas precipitaciones atmosféricas, que, según datos del centro meteorológico zonal de Canarias, podrían llegar a los 100 litros por metro cuadrado en determinados puntos de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura.

Protección Civil anunció también que todos sus servicios se encontraban en alerta roja y dispuestos a evacuar los inmuebles que hiciera falta llegado el caso de nuevas inundaciones, y recomendó a los ciudadanos que tomaran todas las precauciones posibles y que no circularan en vehículos privados, "a no ser en casos de extrema urgencia".

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El temporal de lluvias que asoló el jueves a Canarias, a causa de la formación de una gota fría, dio paso ayer a la vuelta de la calima, o polvo en suspensión, procedente del desierto del Sáhara, que desde comienzos de semana cubre todas las islas.

Las lluvias, que alcanzaron en determinados puntos -como los Llanos del Telde- los 178 litros por metro cuadrado, y que causaron importantes destrozos en los principales núcleos urbanos, hicieron que las presas y embalses grancanarios aumentaran sus existencias en más de dos millones de metros cúbicos de agua, circunstancia que no se producía con estas dimensiones desde 1954, según datos del Cabildo Insular.

Unas 90 familias que habitaban chabolas en las zonas suburbiales de Pedro Hidalgo y Martín Freire fueron evacuadas el pasado jueves por "la peligrosa situación en que se encontraban esas dos zonas.

Los principales destrozos se produjeron en la ciudad de Las Palmas, y en concreto en centros escolares y carreteras de acceso al centro urbano, como, por ejemplo, en la salida de La Laja, autovía que conecta a la capital de la provincia con el sur de la isla y con el aeropuerto internacional de Gando, en donde, según fuentes del Ayuntamiento capitalino, los desprendimientos de piedras de uno de los lados produjo heridas leves a dos conductores de turismo; y un atasco casi absoluto, que duró más de seis horas.

El equipo de gobierno de la ciudad de Las Palmas estudia la posibilidad de solicitar para este municipio capitalino la declaración a de zona catastrófica.

Por otra parte, el presidente de la Comisión de Servicios Hidráulicos del mencionado Cabildo Insular, Francisco Rubio, desmintió a EL PAÍS una noticia de la agencia Efe, fechada en Las Palmas, en el sentido de que el temporal que colapsó por completo a la capital grancanaria hubiera sido provocado en parte por una avioneta del programa de lluvia artificial de esta institución, al haber bombardeado ese día las nubes.

"Eso es un disparate. Es más, ojalá pudiéramos hacer llover controladamente, aunque sólo fuera la cuarta parte de lo de anteayer", añadió el centrista Rubio.

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