Un árbitro expulsa a cinco jugadores de un equipo que perdía por 0-9

El ábitro extremeño Afredo Gómez-Landero, de 33 años, profesor de la escuela de Ingenieros Industriales de Badajoz, suspendió el pasado domingo el partido de Tercera División Valverdeño-Extremadura, en el minuto 75, al expulsar a cinco jugadores del equipo local, que perdía por 0-9. El Valverodeño, en ese momento, se quedó con 6 jugadores en el terreno de juego, y el reglamento exige un mínimo de 7, por lo que árbitro se vio obligado a suspender el partido.Los problemas, según cuenta el árbitro, se iniciaron en el minuto 14 del primer tiempo. "El Extremadura consiguió entonces su segundo gol", explicó Gómez Landero. "Los jugadores locales protestaron al considerar que el tanto fue conseguido en fuera de juego. Mario, el capitán del equipo, me cogió por el brazo y me dijo: 'Eres un caradura. Tienes mucha cara, árbitro', y le expulsé. Al sacar del centro del campo expulsé a otro jugador, Silverio Becerra, al decirme: 'Árbitro, eres un hijo de puta".

Los incidentes continuaron en el segundo tiempo. "En el minuto 23 de este período", comentó el árbitro, "amonesté a Teófilo Muñoz, quien me arrebató la tarjeta amarilla; intentó romperla, pero no pudo al ser de plástico, y la tiró al suelo. Le mostré la tarjeta roja y se fue directamente hacia mí, con intención de agredirme, pero le detuvieron sus compañeros. Dos minutos después, en el 25, al pasar cerca del banquillo, se levantó de él Juan José González, uno de los suplentes, me dijo que era un hijo de puta y le expulsé".

Los problemas para el equipo local aumentaron en el minuto 72, al lesionarse Mendoza, que tuvo que abandonar el campo cuando ya se habían realizado los dos cambios permitidos. "En ese momento, otro jugador, Anselmo Bravo", añadió Gómez-Lendero, "se dirigió al entrenador y oí que le dijo: 'Mister, a mí pronto me va a dar un tirón". El técnico, Fernando Negrete, profesor de EGB y amigo mío, ya me avisó que tenía que suspender el partido. Le contesté que faltaba un jugador para llegar al número mínimo exigido para suspender el encuentro".

Ese momento se produjo en el minuto 75. El jugador José A. Ortega, "que llevaba unos minutos en el campo tras suplir a un compañero, le dijo al árbitro, según explicó éste: "Cuando te salga de los cojones, me echas". Le expulsé, y, riéndose, les dijo a sus compañeros: 'Me echa porque le sale de los cojones'. Al quedar en el terreno de juego menos de 7 jugadores en un equipo, suspendí el partido".

El colegiado comentó que el equipo local tuvo un mal comportamiento y, además de los jugadores expulsados, amonestó a cinco más. El árbitro no tuvo problema aIguno con la directiva ni con el público.

Antonio Torres, presidente desde hace 17 años del Valverdeño, de Valverde de Leganés (Badajoz), de 3.800 habitantes, comentó: "El árbitro, con su actuación, quiso unirse a las fiestas de carnaval y nos aguó el partido. El colegiado miente en muchas de las cosas que cuenta. Me quejé ante él de lo mal que lo había hecho. Mis jugadores, obreros del campo, oficinistas y estudiantes, estaban indignados y lloraron de rabia. Ninguno cobra un duro y se tienen que lavar la ropa. Tendremos que jugar el próximo partido en Mérida, con el equipo juvenil. El equipo, que esta temporada ascendió a Tercera División, recibió la pasada el premio a la deportividad".

El Valverdeño está clasificado en el 18º lugar del grupo extremeño, con 13 puntos; el Extremadura es segundo, con 38 puntos.