Triunfo del Real Madrid en Granollers
LLUÍS ESTEBAN, Durante los primeros 20 minutos, el Cacaolat le jugó de tú a tú a un Real Madrid muy nervioso y en el que sólo Petrovic y Fernando Martín estaban entonados. Con alternativas en el marcador, a pesar del claro dominio reboteador del Madrid, se llegó al descanso con 48-52.
Fue en la segunda parte, con una salida fulgurante de los pupilos de Sainz (0-6, en un minuto), cuando el Madrid dejó claro que, pese a no estar en su mejor momento, iba a ganar el partido. Los gritos de "Osasuna, Osasuna" que se oían en la grada sólo provocaban alguna ligera sonrisa en los madridistas y sirvieron en cierta medida para espolear sus ánimos. Un nuevo parcial de 212 valió para marcar una diferencia que fue, aun con los intentos desesperados de los locales, definitiva con vistas al resultado final.
El equipo de Comas notó demasiado el estado gripal en que se encontraba su norteamericano Shechey, que, más que jugar, deambulaba por la pista, como lo demuestra el hecho de que, cuando le fue señalada la tercera falta personal, se fue al banquillo convencido de que era la quinta Aun así, Comas se empeñó en mantenerlo, ofreciendo una clara ventaja a su adversario.
Por el Madrid, aparte de Petrovic, que marca claramente la diferencia, los hermanos Martín supieron hacer reaccionar a su equipo en momentos clave. También destacó en su cometido Cargol, que sólo actuó en la segunda parte.
El Cacaolat podría ver cerrado su pabellón a causa de la moneda que un aficionado lanzó a la cabeza de León Arencibia, árbitro principal del encuentro, ya que el club vallesano ha sido apercibido por el Comité de Competición en dos ocasiones de un posible cierre.
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