Atkinson discute su finiquito con los abogados de Gil

Ron Atkinson, el destituido entrenador británico del Atlético, viajó ayer a Madrid para discutir con los abogados del presidente rojiblanco los términos del finiquito de su contrato, pero no descarta la posibilidad de sumarse a la lista de personas que han presentado una demanda en un juzgado contra Jesús Gil. Atkinson ha delegado el tema en sus asesores jurídicos y, en su estancia madrileña, se expresó en los términos de dureza contra Gil que ha venido manteniendo en los últimos días en la Prensa británica. El Atlético ha, recibido un nuevo plazo, de ocho días, para que presente la ampliación mejorada de su reciente auditoría.Atkinson, que se embolsará unos 45 millones de pesetas por tres meses de trabajo, afirmó ayer que aún no ha visto a Gil, días después de que el presidente rojiblanco le hiciese llegar el mensaje de que tampoco tenía nada que decirle. Desde que dictó su destitución, Gil ha acusado duramente al entrenador con argumentos varios; entre ellos, que no se enteraba de nada de lo que ocurría en el vestuario, que no conocía la plantilla, que llegó a confundir a jugadores incluso a la hora de realizar cambios -eso ocurrió en Murcia con Parra- y que sólo estaba preocupado de cobrar y de viajar a Canarias y Londres. Atkinson niega todos estos extremos, insiste en que nunca tuvo problemas con los jugadores y que sólo los encontró con "las maniobras de algunos que actúan en las sombras", en clara alusión, entre otros, a Rubén Cano, el secretario técnico.

Por lo demás, Gil presentó ayer en la Liga un documento acreditativo de que existen varios jugadores fichados con su propio dinero, pero en el que asegura que pertenecen al club.

Representantes de la patronal de los clubes y del Consejo Superior de Deportes (CSD) que estuvieron presentes en una reunión con los abogados de Gil y con el auditor, Félix Martín, han concedido un nuevo plazo para que se amplíen aspectos de la auditoría que presentó el Atlético hace varias semanas, aunque con cinco meses de retraso sobre lo previsto. Se trata, entre otros puntos, de la clarificación de los asientes contables y de la operación de traspaso de Eusebio y Julio Salinas al Barcelona, así como de la titularidad de las cuentas corrientes.