El retorno a la selección

Víctor, uno de los más firmes puntales de la selección española de fútbol durante años, ha desaparecido de las últimas convocatorias. Todo ello sucede cuando el jugador maño se ha convertido en una de las estrellas más admiradas en el campeonato italiano, curiosamente el que ha de albergar el próximo Mundial de 1990Pregunta. ¿Qué razones tiene para su alejamiento de la selección?

Respuesta. No cabe duda de que mi traslado a Italia coincide con la llegada, no sólo de un nuevo seleccionador [Luis Suárez] sino incluso de un nuevo presidente federativo. Todo parece indicar que Suárez no cuenta conmigo, al menos por ahora.

P. ¿Le desanima ese olvido?

R. No, no, ni mucho menos. He encajado a la perfección en el fútbol italiano, estoy desarrollando el mismo trabajo que hacía en el Barcelona y, por los resultados del equipo y los elogios de la prensa, se diría que al mismo nivel que el pasado año. No sólo no estoy desanimado, sino que seguiré luchando para que Suárez se acuerde de mí. Sólo puedo decir una cosa: mantengo la ilusión de volver a la selección.

P. ¿De todos modos parece una ilusión bastante remota?

R. En fútbol nunca puede decirse nada con seguridad. Es cierto que Suárez ha confeccionado una selección en la que, en principio, no parece necesitarme. Él ha estado jugando en Italia y sabe lo hermoso que es llegar a la selección; todavía no he podido experimentar esa sensación, pero tiene que ser muy bonito estar jugando lejos de España y acudir a tu país cada vez que te lo piden. Si no me llega esa oportunidad no me rasgaré las vestiduras, aunque la mayor ilusión de todos los jugadores es vestir la camiseta española.

P. ¿Cree poder aportar algo a la selección?

R. Toda Europa coincide en que el campeonato italiano es el más disputado y duro de cuantos se celebran en estos momentos. Imagino que los españoles también comparten este criterio. Partiendo de este punto y del buen momento que atraviesa la Sampdoria, uno de los conjuntos que aspiran al título, está claro que sigo siendo el mismo de antes. Después de tantos años no tengo que demostrar nada, ni a Suárez ni a nadie. Sólo espero que me llamen para demostrarlo.