Un entrenador soviético explica la causa de su 'purga' en la época de Stalin

Nikolai Starostin, un deportista célebre en la Unión Soviética durante los años 30, revela en unas declaraciones al semanario Novedades de Moscú que fue condenado en 1942, al igual que tres hermanos suyos, a diez años de internamiento en un campo por la animadversión hacia él de Lavrenti Beria, el jefe de la policía política en la época de Stalin. Según su relato, Beria no pudo soportar que el equipo de fútbol que dirigía Starostin, el Spartak, de la capital, eliminase de la Copa al Dinamo de Tbilissi, su preferido.

El primer contacto de Starostin con Beria se produjo a comienzos de los año 20, cuando ambos eran jugadores. Precisamente, recuerda a aquel Beria como "un georgiano poco técnico, grueso y mal intencionado". Pero el suceso que le hizo caer en desgracia fue en 1939, cuando entrenaba al Spartak de Moscú. En las semifinales de la Copa le tocó enfrentarse con el Dinamo de Tbilissi y le venció. Pero un mes después, cuando ya se había disputado la final y el Spartak se había alzado con el título, Starostin fue convocado por el Comité Central del Partido Comunista, que le informó de que la eliminatoria con el Dinamo debía repetirse. Con el estupor en el rostro, a Starostin no le quedó más remedio que aceptar la decisión. El Spartak, eso sí, volvió a imponerse, esta vez por 3-0. Starostin, en la publicación soviética, cuenta cómo tuvo oportunidad de ver a Beria abandonar la tribuna oficial visiblemente enrabietado por la derrota del equipo del que estaba encaprichado.

Tres años más tarde, en marzo de 1942, Starostin, tres de sus hermanos, con los que no se reencontraría hasta 1954, y varias personas de su entorno fueron arrestados y condenados a diez años de reclusión en campos. Incluso matiza que no lo fue en 1939 porque Molotov, directo colaborador de Stalin, se opuso a ello. Se daba la circunstancia, explica Starostin, de que su hija era muy amiga de la de Molotov.