El Murcia se valió de la confianza del Athlétic
Verlo para creerlo. Cualquiera que no fuese a La Condomina puede deducir que el Murcia no se vino abajo al recibir el 0-1 y, sin embargo, lo que ocurrió es que el Athlétic de Bilbao, muy superior, no acertó a dar el golpe de gracia a un equipo que ofreció una pobre impresión. Como los de Atkinson, los pupilos de Kendall perdieron un punto.
Salvo la mitad del primer tiempo, el resto fue un continuo recital de apoyo y desmarque por parte visitante.El Murcia se limitó a desgastarse en el centro dei campo, sin resultados prácticos, mientras que el Athlétic aguantaba el tipo en esa parcela y entraba fácilmente por las bandas. Lakabeg, el mejor del partido, dio un auténtico recital de lateral-extremo. Anuló al escurridizo Mejía II y se sumó cuantas veces quiso al ataque. De sus botas partió el balón que Sarriugarte transformó en gol, después de que el joven defensa bilbaíno bordase la jugada por su banda dejando sentados a quienes trataron de obstaculizarle.
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