Los clubes quieren el 10% de los ingresos de las quinielas

El Consejo Superior de Deportes (CSD) y la Liga Profesional mantienen desde hace un tiempo negociaciones para establecer un nuevo plan de saneamiento económico del fútbol después de que el anterior, firmado en 1985, se considere desfasado ante el descenso de las recaudaciones de las quinielas, de las que reciben el 3, 5%, principal fuente de ingresos para saldar esas deudas. Estas negociaciones hasta el momento no han propiciado ningún acuerdo, aunque ambos organismos esperan que en este mes o en el próximo pueden llegar a un preacuerdo para solucionar la deuda total del fútbol.

La Liga Profesional, a la que están afiliados los clubes de Primera y Segunda División, pretende incrementar ese porcentaje a un 10%., como mínimo, para solucionar el problema de los 22.000 millones de pesetas de deudas que arrastran, mientras el CSD, como representante de la Administración, ofrece alrededor de un 7%.

La solución de la deuda de los clubes profesionales de fútbol es necesaria para que los mismos puedan convertirse en sociedades anómimas como contempla el proyecto de la nueva ley del Deporte. "La Administración", según fuentes del CSD, "no está dispuesta a perdonar la deuda que con ella mantienen los clubes y que supera la mitad de su totalidad. La Administración está en condiciones de facilitar su pago con un incremento del porcentaje de los ingresos de las quinielas, pero la Liga y los clubes también deben colaborar en su solución". Esta colaboración podría llegar a través de un impuesto especial transitorio, cifrado en un 10%, en el precio de las entradas de los partidos de fútbol o en parte de los ingresos que los clubes reciben por derechos de televisión de sus encuentros.

La Liga Profesional considera que el 7% de los ingresos de las quinielas no es suficiente para el pago de las deudas de los clubes en 10 años, como se pretende. La patronal de los clubes ha hecho ya sus números y estima que requiere el 10% de las quinielas, que concreta en unos 2.200 millones de pesetas por temporada, para alcanzar en 10 años los 22.000 millones a que en la actualidad se eleva la deuda del fútbol profesional.

Impuesto especial

El impuesto especial transitorio que se pretende fijar al precio de las entradas es de un 10% sobre el mismo. Este impuesto supondría unos 1.000 millones de pesetas por temporada, durante otros 10 años, que se destinarían al pago de los intereses que genera la deuda del fútbol. La Liga Profesional aduce que este impuesto será muy difícil de aplicar hasta que no se ponga en práctica el control del taquillaje de todos los equipos. Además existen discrepancias sobre la aplicación de este impuesto especial. La Liga quiere que afecte sólo a las entradas de venta al público, mientras el CSD es partidario de que se extienda también a las cuotas de socios y abonados.

Las diferencias entre uno y otro organismo también repercuten sobre los ingresos de los derechos de televisión de los partidos. El CSD pretende que los clubes aporten parte de esos ingresos al pago de sus deudas, mientras La Liga prefiere mantener la situación actual, en la que esas cantidades se reparten íntegramente entre los clubes. Estas diferencias son las que en estos momentos negocian el CSD y la Liga Profesional.