La primera parte del Rally Paris-Dakar finaliza con una mala jornada para el equipo Peugeot

La travesía del desierto del Teneré, en Níger, que ha supuesto un total de 1.200 kilómetros a través de un mar de dunas, ha puesto fin a la primera parte del Rally París-Dakar, ya que hoy es día de descanso en Agadez. La jornada de ayer representó un pequeño descalabro del equipo Peugeot, que, pese a mantenerse en la cabeza, se vio superado por otras escuderías. El ganador en coches fue el italiano Klaus Seppi (Mercedes), mientras que el belga Jacky Ickx (Peugeot), el líder, perdió 47-38 minutos y su compañero finlandés Ari Vati inen 1.06.29 horas. Carlos Mas (Yamaha) fue el duodécimo en motos y ahora es el noveno, a 2.54.06 horas del italiano Franco Picco (Yamaha). Ayer se impuso el francés Gilles Lalay (Honda).

JUAN MORA ENVIADO ESPECIAL, El desierto del Teneré, que este año se ha atravesado dos veces, de Norte a Sur: de Este a Oeste, en vez de una sola como era habitual, ha significado la mayor dificultad que hasta ahora han encontrado los participantes. Hasta Mas, hombre de gran experiencia en el rally, tuvo un error de orientación en las dos etapas, donde deambuló entre las dunas hasta encontrar de nuevo el camino correcto. Ayer perdió 1.47.44 horas, terminó el duodécimo y en la clasificación general descendió de la séptima a la novena plaza, a 2.54.06 horas, del líder.Pero Mas no fue el único. Otros favoritos perdieron hasta dos horas el lunes, aunque ayer algunos de ellos, como el francés Ciryl Neveu (Yamaha), se recuperase y, al finalizar el tercero en la etapa, paliara en parte su desastre del día anterior. Queda así el italiano Picco como líder tras ser el cuarto ayer, a 43.51 minutos del ganador, Lalay. En la general, sin embargo, las distancias se han acortado y Picco sólo lleva 9.54 minutos de ventaja al francés.

Implacabie

El Teneré es implacable con el rally y supone la gran prueba que han de afrontar los supervivientes. En él sólo entran los que han venido con algo más que ilusión y ganas de aventura y sólo salen los auténticamente capacitados para llegar hasta Dakar. El camino hasta la meta final ya no presenta mayores dificultades de las ya conocidas que una etapa de selva en Guinea, inédita en las diez ediciones del rally. Uno de los novatos que no ha superado el Teneré es Joan Gracia, el único de los dos miembros del grupo El Tricicle que todavía sigue en la carrera oficial.

Este desierto, donde murió Thyerry Sabine, organizador del rally al estrellarse su helicóptero, ha constituido una travesía equivalente a realizar un viaje de Barcelona a Almería, el primer día, y de allí a Huelva, el segundo, con un paisaje que se repite metro a metro: dunas a derecha e izquierda y delante y detrás. No existen referencias porque todo es igual, aunque el libro de ruta señale que en determinados puntos hay un bidón o una piedra, si bien han podido ser sepultadas por las dunas, que avanzan como inmensas bolas de mar y que esconden múltiples trampas porque las ruedas pueden quedar sumergidas en la arena. La brújula es el instrumento válido para realizar la travesía. Las cartas de navegación terrestres y el compás son también imprescindibles para fijar los rumbos. En los coches, el copiloto es el encargado de fijar la trayectoria, pero, en las motos, el piloto carece de toda ayuda y sólo logra llegar a la meta muchas veces porque, al encontrarse en situaciones extremas, el sentido de la supervivencia aviva el de la orientación.

Los coches y las motos que lograron finalizar la travesía del Teneré, algo más de la mitad de los que salieron de París, superaron además un obstáculo importante, al ser muy limitada la asistencia mecánica de los vehículos como es habitual al término de cada etapa.

Quizá ése fue el problema de los Peugeot, que han sufrido un pequeño descalabro. Si en la primera etapa del Teneré era el francés Patrick Tambay (Mitsubishi) el vencedor, ayer se impuso el italiano Seppi (Mercedes). Tambay fue el segundo, a 2.43 minutos. Ickx, el líder, sólo pudo ser el séptimo, a 41.38 minutos, y Vatanen llegó a 1.06.25 horas. Ickx lleva 23.04 minutos a Vatanen en la general y 1.19.21 horas a Tambay.