Los tenistas, empresarios y trabajadores
Los profesionales del tenis están ya muy cerca de conseguir el sueño de cualquier otro profesional: controlar su deporte. La Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), harta de negociar con el Men´s Tennis Council (MTC), el órgano directivo de este deporte, está ultimando su propio tour para 1990. La ATP, pues, pasará a ser un sindicato que, además, ejercerá funciones empresariales. El MTC, en un último intento desesperado, propuso ayer convocar una nueva reunión para el 15 de enero, donde piensa presentar una nueva propuesta. Pero parece ya muy tarde.
La polémica entre la ATP y el MTC es simplemente y nada menos que una lucha por el poder, iniciada por uno que conoce de cerca estas batallas. Desde que Hamilton Jordan, asesor de la Casa Blanca durante la presidencia de Jimmy Carter, fue nombrado consejero delegado de la ATP hace dos años, los jugadores han reclamando más voz y voto. No buscan más dinero, sino un tour más breve y de menos desgaste. También Jordan cree que el MTC ha fracasado en el asunto de mercadotecnia, a nivel global.La ATP, que promete respetar las fechas de los cuatro torneos del Grand Slam, propone un tour con tres categorías y una duración total de 16 semanas, que le garantizaría a los jugadores casi dos meses de descanso. Los torneos de primera categoría tendrían premios de un millón de dólares y se limitarían únicamente a los primeros 10 o 15 jugadores del mundo, obligando a encuentros que de otra manera se ven muy infrecuentemente. La apasionante final del Masters de Nueva York entre Boris Becker e Ivan Lendl, que duró cinco sets y 4.42 horas, fue la primera vez que los dos se enfrentaban desde la semifinal de Wimbledon en julio. La ATP, en su futuro tour, prevé varios partidos de ese tipo durante el año.
Crecer
"Los mejores jugadores del mundo tienen que encontrarse con más frecuencia. De lo contrario, el interés por nuestro deporte declinaría y se trata de lo contrario: captar más aficionados", declaró el sueco Mats Wilander, número uno del mundo. "Antes, del Masters me había enfrentado a Boris Becker únicamente una vez este año. Me parece mal. Queremos que crezca este deporte, y una forma de lograrlo es llevando a cabo nuestra propuesta".Los jugadores se esconden, se evitan los unos a los otros, en parte porque el actual circuito -el Nabisco Grand Prix- tiene 79 torneos, dura todo el año y a veces marcha sin lógica, con competiciones de tierra batida en EE UU un mes y medio después de Roland Garros. Los premios máximos se limitan a menos de 500.000 de dólares, y pocos de estos son europeos.
La penúltima propuesta del MTC -compuesto de nueve miembros, representando en partes iguales a jugadores, directores de torneos y federaciones nacionales- significaba cambiar su tour por uno parecido al de la ATP, con una diferencia mayor. En vez de tres categorías, pagaría bonificaciones a los primeros 10 jugadores para que participen en determinados eventos. La propuesta cayó como una bomba. Los representantes de los jugadores despreciaron la idea. Lo mismo parece que puede suceder con la propuesta de reunión que presentó ayer el MTC.
Los directores de torneos norteamericanos no saben con quién alinearse, ya que algunos de ellos tienen la seguridad de que sus competiciones bajarán de categoría en el nuevo mundo del tenis. Según el semanario deportivo Sports Inc., los organizadores de Washington, Filadelfia, Boston, Los Ángeles, San Francisco y Memphis están entre los que corren peligro de descender de categoría.
Al parecer, también la MTC se encuentra hundida. Ni siquiera tiene patrocinador, ya que Nabisco Brands, la multinacional de galletas, abandonará su apoyo después de 1989. Existe la posibilidad de que el MTC se disvuelva. El tenis, al igual que una empresa en un país socialista, parece dirigirse hacia una estructura de cooperativa.
"Las cosas tienen que cambiar", dijo el sueco Stefan Edberg. "Tenemos demasiados problemas con el circuito actual. Los jugadores saben que hay que cambiar".
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