Nuevo choque verbal entre Karpov y Kasparov

El soviético Anatoli Karpov, de 37 años, fue proclamado ayer campeón del mundo de ajedrez rápido en Mazatlán (Méjico) por coeficiente superior al de su compatriota Gavrikov, con el que empató en la final. Karpov justificó su ausencia en el encuentro benéfico URSS-Resto del Mundo clausurado el domingo en Madrid y replicó a los recientes ataques de su encarnizado rival Gari Kasparov.Este celebró ayer, en el avión de regreso a Moscú, el primer aniversario de su triunfo sobre Karpov en la última partida del encuentro de Sevilla que fue seguida en directo por catorce millones de telespectadores españoles. Hace diez días, Kasparov comentó con sarcasmo la ausencia de Karpov en Madrid: "No puedo impedir que un profesional prefiera ir a América para ganar dinero".

En un comunicado distribuido a la prensa mexicana, Karpov asegura que las fechas del encuentro URSS-Resto del Mundo se decidieron cuando ya se sabían las del torneo de Mazatlán", recuerda que jugó "con todo derecho en México tras vencer en el Campeonato de Europa que se celebró en Gijón" y matiza en cuanto a sus honorarios: "Los participantes en el Mundial de partidas rápidas hemos aceptado que la organización done 100.000 dólares (11.200.000 pesetas) del presupuesto a una Asociación para la prevención del SIDA infantil".

En México cada jugador tenía media hora por partida, cinco minutos más que en Madrid. La diferencia se debe a que la Asociación de Grandes Maestros (GMA), colaboradora de la Comunidad Autónoma en la organización del enfrentamiento tras propugnar el boicoteo al Mundial de ajedrez rápido, tiene pensado vender los próximos torneos de este tipo a cadenas de televisión en bloques de una hora y considera importante dejar diez minutos para la publicidad.

Espectáculo brillante

Ricardo Calvo, director técnico del encuentro, justificó así la elección de las fechas: "Eran las únicas posibles entre la Olimpiada de Salónica, el torneo de Belgrado y las Navidades". Y añadió: "Hemos demostrado que el ajedrez puede ser un espectáculo brillante y si no lo ha sido hastaahora es responsabilidad de los que lo han dirigido". La mayoría de los jugadores de elite es favorable al ajedrez rápido como herramienta para popularizar el juego y atraer a los patrociandores, pero contraria a que se otorguen títulos en esta modalidad.Joaquín Leguina, presidente de la Comunidad Autónoma, llegó el domingo al teatro de la Casa de Campo cuando se disputaba la última ronda con el marcador igualado. En la sala, abarrotada por un público en absoluto silencio, sólo se oían los golpes, a un ritmo de dos por segundo, que los jugadores daban a los relojes tras cada movimiento. En ese ambiente, Leguina susurró a sus acompañantes: 'Nunca imaginé que un torneo de ajedrez podía ser tan emocionante".