Anchos de vía
El ancho de vía de los ferrocarriles españoles, de 1,67 metros en vez de 1,45 metros del europeo, para los ferrocarriles a construir en 1844, no fue ni para "prevenir una posible invasión napoleónica" ni para "permitir el empleo de máquinas más corpulentas y potentes, dada nuestra quebrada geografía".La experiencia demostró el desatino de esta teoría, y ya en el año 1853 se construyó el ferrocarril de Langreo (Asturias) con el ancho europeo de 1,45 metros, pensando que en el futuro el ferrocarril "cornisa del Cantábrico y atlántica" hasta Lisboa se construiría con dicho ancho europeo.
Debemos puntualizar que desde el siglo XVII la obsesión francesa es el intento continuo de apoderarse de las terminaciones de las rutas comerciales del Atlántico y del Mediterráneo, tanto que impusieron el ancho de vías conveniente para marginar a la península Ibérica del comercio marítimo.
El poseer las terminales marítimas de las rutas comerciales del Atlántico y del Mediterráneo no ha sido ni es problema técnico, sino político, y en éstos, desde hace siglos, los franceses son maestros. Detrás de los anchos de vía se escondían fuertes intereses monopolísticos galos.
El Plan de Transportes Ferroviarios (PTF) aprobado el 30 de abril de 1986, a pesar de la fuerte inversión de 2,1 billones de pesetas, al olvidar y no ser posible la conexión con el tren europeo de gran velocidad, va a aislar a toda España en un futuro próximo de la moderna red europea que el próximo año llegará a Burdeos.
Por otra parte, por deficiencias estructurales de nuestra red ferroviaria, debido tanto a la penuria de capitales y medios técnicos cuando se construyó como a las dificultades orográficas de nuestra geografía y su paso forzado por diversos núcleos de población (por motivos económicos y políticos de aquel entonces), no están en condiciones para que por las mismas circulen los trenes de gran velocidad, que "machacarían materialmente" toda la línea en su primer intento, ya que su impacto físico sobre la misma es importantísimo (su fuerza viva equivale al producto de su masa -peso- por su velocidad elevado al cuadrado).
El Gobierno acaba de encargar a Renfe un estudio sobre nuestro ancho de vía y el europeo, estudio que tendrá en cuenta la problemática anteriormente expuesta.
El presupuesto habla de billones de pesetas, con dificultades técnicas importantísimas, teniendo que paralizar o extorsionar, por tramos, nuestra actual red.
Esto es un grave reto a nuestra técnica y a nuestra economía, que no tenemos más remedio que resolver corrigiendo el grave error histórico que nos separa desde hace casi siglo y medio de Europa.
Por otra parte, recordemos que países tan diversos como Estados Unidos, Brasil, Suiza, Austria y la República Federal de Alemania ven en el Talgo (con menor peso) la solución para viajeros a escala mundial.
El Talgo pendular ha demostrado ser la solución para los 300 kilómetros que separan Boston de Nueva York, recorrido que actualmente es un infierno sin solución por carretera. Los americanos quieren que este nuevo ferrocarril empiece a funcionar en 1989. Por aire, un vuelo de 30 minutos puede durar hasta tres horas de viaje.-
Doctor ingeniero agrónomo.
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