Minusvalías
Las minusvalías fiscales han cubierto su cupo anual. Las subidas registradas en el período enero-junio se pagarán altas en la declaración de patrimonio, mientras que las caídas de los meses siguientes expresan el simple sentido del riesgo. Por eso, la inversión, el deporte más peligroso de cuantos se practican en España, maquilla sus registros por estas fechas. Durante la primera quincena de diciembre, las carteras han realizado un caprichoso feedback, consistente en vender barato y volver a comprar muy rápido. La enajenación a la baja se computa como minusvalía y así se amortigua el golpe seco de la fiscalía sobre la declaración de patrimonio. Ante Hacienda, plusvalías y minusvalías son vasos comunicantes cuyo desnivel define el retrato fiscal con exactitud.
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