"No estamos viendo un proceso de reindustrialización en Euskadi"
El nuevo secretario general de ELA-STV califica de "tibio" al Gobierno vasco
Soplan aires nuevos en el sindicato más importante del País Vasco. La foto se ha movido después de 12 años. Los dirigentes de Solidaridad de Trabajadores Vascos (ELA-STV) dieron un golpe de timón la pasada semana y decidieron relevar a su secretario general. Sustituye en el puesto a Alfonso Etxeberría un colaborador de-toda-la-vida, aunque no se le parece en nada. José Elorrieta, de 37 años, nacido en Lujua (Vizcaya), licenciado en Económicas por la universidad de Deusto, es más jovial y abierto, pero mantiene un rictus de crispación cuando se siente acosado por preguntas en las que se pretende rebasar el límite de lo estrictamente sindical.
El nuevo secretario general de ELA asegura que el sindicato va a ser más abierto en el estilo, pero la estrategia no cambiará. La no afiliación a los partidos políticos continúa siendo un valor en alza dentro del sindicato.Pregunta. Nada más salir elegido secretario general de ELA usted dijo que el sindicato debía ponerse "en onda" con la nueva situación. ¿Quería decir que estaban experimentando una sensación de desfase con los tiempos modernos?
Respuesta. Teníamos una sensación muy generalizada de que ELA se estaba aislando, que nos estábamos encerrando en nosotros mismos. Interiormente se estaba produciendo un empobrecimiento en el debate por la falta de dinamismo y de apertura hacia la opinión pública en general.
El próximo congreso
P. ¿Qué razón poderosa ha influido en la dirección de ELA para apresurarse a cambiar de secretario general sin esperar al congreso de 1990?
R. No ha podido ser así porque, precisamente, topamos con dificultades para comenzar los preparativos del próximo congreso. Alguien de la comisión ejecutiva rechazó tratar algunos aspectos de la preparación de las ponencias y se bloqueó el debate precongresual. Ese fue el detonante de una situación inesperada.
Se desencadenó un proceso de crisis rápida que, afortunadamente, se ha resuelto en una semana. La solución ha sido algo traumática, pero el proceso ha podido ser tan rápido gracias al nivel tan elevado de consenso que tenemos dentro del sindicato.
P. Pongamos nombres a este conflicto. El anterior secretario general, Alfonso Etxeberría, ¿era un hombre "duro de pelar"? Se hacía difícil discrepar con él?
R. Alfonso es un hombre clave en la trayectoria de ELA en los últimos doce años. El concepto de autonomía sindical respecto a los partidos, la fijación de la cuota, la caja de resistencia, la creación del consejo de relaciones laborales... son aportaciones suyas en tiempos difíciles en los que estaba todo por inventar. Por otra parte, su personalidad es muy dura, muy carismática.
P. Se les ha llegado a calificar desde el Gobierno vasco de "grupo de presión". Ustedes, por su parte, acusaron al Ejecutivo de "tibio" en el proceso de reconversión de Euskalduna. ¿Funcionará ahora el teléfono entre el Gobierno vasco y el sindicato?
R. Queremos que funcione entre el Gobierno y el sindicato, entre el Gobierno y la patronal, entre ELA y otros sindicatos... Tenemos una queja muy importante contra el Gobierno vasco. No ha consultado con los sindicatos los presupuestos para el próximo ejercicio. Es un mal procedimiento. Les hemos pedido su devolución.
P. ¿Continúa oponiéndose al Consejo Económico Social?
R. Preferimos el Consejo de Relaciones Laborales porque es un órgano de encuentro entre la patronal y los sindicatos. La configuración del Consejo Económico y Social es un mare mágnum. Patronal, sindicatos, cooperativas, cajas de ahorro, universidad, consumidores, pesca y un grupo de expertos nombrados por el Gobierno vasco. Esa concentración puede anular la autonomía sindical. No nos gusta.
P. Existe cierta tendencia de las empresas del INI a irse del País Vasco. ¿A quién hay que pedir responsabilidades?
R. Bueno, existe un dato objetivo. Se está produciendo cierto desmantelamiento del sector industrial tradicional. Lo que nos preocupa es que no estamos viendo un proceso de industrialización en Euskadi. Falta iniciativa inversora en el terreno privado. Pero no vamos a ser tan ilusos de pensar que la decisión de la ubicación de las multinacionales en España responde únicamente a decisiones de tipo empresarial autónomo.
El Gobierno tiene mucho que decir. Y en ese sentido el Gobierno central no está cumpliendo con una comunidad como la nuestra, que está pagando un coste tan elevado tras la reconversión industrial. Las cifras son alarmantes. El 50% de los jóvenes está en paro.
"Vamos a iniciar una fase de mayor apertura del sindicato"
Cabe imaginar que usted ha estado identificado, durante su militancia sindical, con toda la esencia del sindicato cuyo estilo ha sido calificado de hermético en el contenido, por ceñirse al marco de la empresa y los convenios colectivos, y en la forma por no haber propiciado un diálogo con el resto de la sociedad. ¿Se ha acabado ya esa fase?R.- Espero que sí. Tenga en cuenta que somos una organización con un gran peso social en Euskadi y tenemos que hacer valer ese peso. Ese mayor compromiso comporta adoptar una actitud más abierta al resto de la sociedad, con unas relaciones más fluidas con otros sindicatos, que hasta ahora no hemos tenido.
P.- Sin embargo hay cosas que no van a cambiar. ¿No cree que resulta algo desfasado continuar impidiendo a los dirigentes del sindicato su afiliación a cualquier partido?
R.- Evidentemente no. Si hay alguna clave que explica por qué se ha dado el cambio de secretario general sin apenas trauma es porque estaba claro, para todos nosotros, que no se trataban de rencillas políticas. Las afiliaciones a partidos no están prohibidas formalmente, en los estatutos se habla de incompatibilidades sindicales y políticas. Eso lo vamos a seguir manteniendo a rajatabla. Vamos a ser muy celosos frente a los intentos de interferencias de los partidos en el sindicato. Ni abajo, ni arriba.
P.- Un liberado de ELA continuará, pues, sin poder estar afiliado a ningún partido.
R.- Un liberado de ELA no es que no pueda afiliarse, es que no se afilia porque no quiere.
P.- Ustedes han rehuído siempre de los pronunciamientos políticos. Ni siquiera se han definido ante problemas tan graves como el terrorismo. ¿Por fin se van a "mojar" y se van a implicar en terrenos que hasta ahora han sido considerados tabú por ustedes mismos?
R.- Nosotros tenemos que acotar nuestro protagonismo ahí donde termina el terreno sindical. Lo que ocurre es que hoy en día gran parte de la política de gestión de los gobiernos es económica y nos afecta. Pero si se entiende por "mojarse" el atravesar la frontera de los sindical para meternos en terrenos políticos, eso no lo vamos a hacer.
P.- Sin embargo el sindicato es abertzale. Esa sí es una definición política ¿no?
R.- El proyecto abertzale tiene un componente social, político, cultural... nosotros aportamos nuestro granito de arena como el principal sindicato de Euskadi. Nosotros nos pronunciamos, después de la aprobación del estatuto de autonomía.
Hay que tener en cuenta que el estatuto es un punto de partida, pero es insuficiente porque no recoge competencias en materia laboral. Aún esperamos que el parlamento pueda legislar en esta materia.
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