El 'etarra' andaluz

"La vida de mi hijo habría cambiado si en lugar de a Bilbao le hubieran destinado a Orense o al otro puesto de trabajo que solicitó cuando le contrató Renfe", asegura Isabel Gavira, madre de Juan Toledo Gavira, destacado miembro de ETA Militar a quien la policía considera uno de los principales expertos en explosivos de la organización. Toledo Gavira, nacido en la localidad sevillana de Utrera hace 28 años, es un etarra atípico, sin extracción social, lingüística o familiar alguna en el País Vasco, adonde llegó desde Sevilla a los 17 años, con un puesto de trabajo asegurado, tras dejar en Sevilla a una familia eminentemente andaluza que jamás ha vivido fuera de esta región.

Sin embargo, la familia de Toledo Gavira, a quien la policía considera el cerebro técnico del comando itinerante autor de los sangrientos atentados contra las instalaciones de la Guardia Civil en Zaragoza (11 muertos) y Madrid (dos muertos), es tambié,n atípica. Isabel Gavira, de unos 60 años, no llega a justificar la lucha armada, pero dice convencida: "Mi hijo ha entregado su vida a esa causa, a pesar de que tenía desde muy joven la vida resuelta y podría vivir ahora holgadamente y sin problemas".Los Toledo residen en un barrio obrero de la periferia sevillana, conocido como San Francisco de Asís, adonde se trasladaron desde Utrera cuando el etarra tenía ocho años. Francisco Toledo, padre del terrorista, es ferroviario jubilado y, por su condición de empleado, su hijo pudo estudiar en una escuela de formación profesional de Renfe, en la localidad sevillana de San Jerónimo, donde salió con un oficio, el de ajustador, y un puesto de trabajo asegurado, aunque en Bilbao.

Toledo Gavira tiene un hermano de nombre José Antonio, que trabaja como administrativo en un concesionario de una marca francesa de automóviles, y una hermana, que es enfermera de Sanidad Militar. José Antomo, su hermano menor, piensa que "la solución del País Vasco debe ser exclusivamente- política. Entonces acabará también el problema de mi hermano".

La. primera vez que la familia se enteró de que Juan Tole do se había enrolado en la banda terrorista fue por la radio, en 1983, cuando la policía reveló su nombre corno integrante del desarticulado comando José Martí, constituido bajo el nombre del prócer cubano de su mismo nombre. "Juan es el hijo más cariñoso que tengo y es incapaz de hacerle daño a nadie, ni a un anirnal", asegura su madre. "Cuando hablé después con él, le pregunté por qué se había metido en ese lío, y me dijo que no era sólo por el pueblo vasco, sino por todas la personas que no pueden ejer cer sus derechos".,

La familia de Juan Toledo no cree en la reinserción propuesta por el Gobierno y asegura que "es mejor que esté refugiado en Francia a que lo metan en la cárcel y lo maltraten". Sobre su participación en el atentado contra las intalaciones de la Dirección General de la Guardia Civil, en la calle de Guzmán el Bueno, de Madrid, la madre de Juan Toledo afirma: "No sé cómo puede salir la foto de mi hijo en primera página cuando nadie ha demostrado que él fuera".

La familia Toledo afirma que su hijo Juan fue siempre muy estudioso. "Siempre estudió por su cuenta, cosas de electrónica, e incluso hizo un curso de ordenadores, por el que nos felicitó su profesor", asegura su madre. "De pequeño", añade, "se encerraba en su cuarto con todos los transistores y juguetes eléctricos que había en la casa para desarmarlos y ver cómo estaban hechos". Sin embargo, la familia Toledo no considera que su hermano sea un manitas, como asegura la policía, que le sitúa como uno de los principales expertos en explosivos de ETA y además le atribuye la colocación de artefactos en tendidos eléctricos, voladuras a distancia y cursillos de adiestramiento a miembros de la organización.

Según la familia Toledo, "la policía se quedó con muchas cosas de Juan que estaban en su piso de Bilbao, cuando huyó a Francia en mayo de 1983, y también con su coche, porque decían que lo había comprado con dinero de ETA".