Hay una opinión

compartida por conocidos míos, algunos escorados a derecha y otros a izquierda, según la cual EL PAÍS sería un trasunto del BOE. Personalmente no comparto un juicio tan taxativo. A mi entender, la política seguida por el diario mantiene una línea de independencia respecto de los poderes públicos puesta de manifiesto en críticas a la política oficial del Gobierno en los editoriales. Sólo una vez dudé; fue con ocasión del referéndum sobre la OTAN. Era un tema de grueso calibre. La posición oficial del periódico fue no mojarse, pero la peripecia personal de Javier Pradera, un personaje de primera línea en el diario, nos hizo oler a algunos a chamusquina.Asistimos en estos días a una confrontación política suscitada por otro asunto de grueso calibre: el enfrentamiento entre Gobierno y sindicatos y la huelga del 14 de diciembre.

Pues bien, esta vez, más que duda, se trata de manifestar mi certeza y mi indignación por el tratamiento que este diario está dando al asunto hasta el día de la fecha (22 de noviembre). La guinda la han puesto hoy mismo.

Me explico. Ayer, la Asociación de Fútbol Español (AFE) decidió apoyar la jornada de paro del 14 de diciembre. Es tina noticia muy importante, y así lo han entendido la Prensa y la radio (desgraciadamente, con la excepción de TVE) por el relieve que le han otorgado. EL PAÍS lo saca como un suelto en la página 64.

Lo considero una manipulación intolerable. Desgraciadamente, en este otro asunto de grueso calibre la opinión de mis conocidos enunciada al comienzo está más que justificada. Pero quedan muchos días y, por tanto, tiempo para rectificar.- José Antonio Núñez.