Desciende la actividad
Los mercados de valores han conseguido iniciar la semana con una pequeña orientación alcista gracias a una feliz coincidencia, pues tanto compradores como vendedores decidieron concederse un respiro y esperar acontecimientos. Si las cotizaciones resultaron beneficiadas por esta situación, él volumen del negocio ha salido malparado, y puede acercarse otra vez a esa zona de mínimos en la que se contratan alrededor de 6.000 millones de pesetas efectivas por sesión. Entre las causas de esta caída del interés inversor por la renta variable hay que señalar las incertidumbres que se plantearon la pasada semana en los mercados internacionales y que aún no han recibido una solución concreta.La selectividad ha sido una de las notas destacadas de esta jornada, pues papel y dinero sabían bien dónde podían actuar sin que el mercado resultara perjudicado. Las compras se hicieron generalmente en los sectores industriales y en el eléctrico, mientras que el papel se quedó entre los valores bancarios, alimentación e inversión.
Como suele suceder siempre, la salida de tono de los valores bancarios afectó al cierre de la jornada, pues vino a confirmar lo acertado que estaba el mercado al bajar el ritmo del negoció y esperar a conocer el desenlace de los problemas pendientes para actuar. A la situación internacional se le ha unido el contenido político de los últimos acontecimientos internos, algo que suele poner nerviosos a los mercados, con lo que la tranquilidad de los mercados de cambios pasó inadvertida. El cierre no ofreció variación alguna que permita esperar cambios a corto plazo, a menos que vengan dictados desde el otro lado del Atlántico.
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