Los ministros de deportes buscan en Moscú las causas y las soluciones del 'doping'

ENVIADO ESPECIALEl doping vuelve a ser el tema estrella en una reunión, esta vez al más alto nivel internacional, entre los ministros y altos responsables del deporte en el mundo, que se reúnen a partir de mañana en Moscú. La conferencia estudiará un documento sobre la lucha antidoping con tres apartados: el represivo, el educativo y un tercero que contiene la pregunta ¿por qué se drogan los atletas?

El Comité Olímpico Internacional (COI) ha elaborado un documento, especie de Carta Olímpica dedicada a este campo, que va a ser debatido. El COI busca el apoyo de los Gobiernos porque sus competencias no llegan a muchos campos en los que el doping está ya introducido.

La idea, según el príncipe Alexandre de Merode, presidente de la comisión médica del COI, es que si se quiere hacer una campaña antidoping con una visión realista se debe efectuar en tres planos: "El primero es el represivo, con una reglamentación idéntica en todos los deportes. Se debe preservar los derechos del atleta, que debe ser oído, primero, y luego no tratado como un culpable desconocido. Creo que enviarle una notificación por correo diciéndole 'señor X, en la competición X usted ha dado positivo en el control antidaping, por lo que se le sanciona con dos años de suspensión', es un procedimiento inadmisible".

Para De Merode, "un segundo plano es el carácter educativo, con la colaboración de los poderes públicos y de la iniciativa privada, que es esencial, y un tercero es preguntarse ¿por qué los hombres tienen la tentación de drogarse?". Según el presidente de la comisión médica del COI, "ahí aparecen siempre los nacionalismos y el dinero, pero también situaciones especiales como la sobrecarga de trabajo y entrenamiento a que son sometidos los atletas".

"Cuando se habla de deportistas de alto nivel", señala De Merode, " se habla también de una forma de estatus social. No se debe olvidar que entre los deportistas de elite hay algunos que ganan mucho dinero, pero existen otros, de segundo o tercer nivel, que apenas tienen ingresos para mantener a su familia. En este nuevo oficio que representa el deportista de alta competición, en caso de accidente o al retirarse al final de su carrera, nadie se ocupa de él. Son desconocidos que no interesan publicitariamente. Es una especie de proletariado dentro del deporte y un problema en el que pensar".

El príncipe De Merode piensa que el doping es más que una tentación para los deportistas de ese tercer nivel: "Con él piensan que van a alcanzar a los mejores, a los que ganan mucho dinero".