La cúpula comunista portuguesa analiza la rebelión de sus intelectuales
El Partido Comunista Portugués (PCP) reunió el domingo a su comité central en sesión extraordinaria para hacer frente a la rebelión de sus intelectuales a menos de un mes del congreso nacional que se realizará en Oporto en los primeros días de diciembre.A pesar de los esfuerzos de la actual dirección para evitar que las divergencias en el seno del comunismo luso sean públicamente debatidas en la llamada Prensa burguesa, los críticos, estimulados por el ejemplo soviético, han roto con la liturgia del centralismo democrático para hacer llegar sus argumentos a los militantes antes de una previsible excomunión por un congreso teledirigido.
Para los defensores de la ortodoxia y para el secretario general, Álvaro Cunhal, el anuncio del lanzamiento el próximo miércoles de un libro de Vita Seabra, ex diputada y todavía miembro del Comité Central, El nombre de las cosas, exige una respuesta enérgica que puede pasar por la expulsión inmediata del partido. En su obra, Seabra, una de las más populares figuras del comunismo portugués, acusa a la actual dirección del PCP de cultivar "la misma metodología autista que, llevada hasta los límites de lo irracional por el PC soviético durante la era brezneviana, llevó al pueblo soviético a tener que pagar ahora una factura carísima".
Simpatía por los críticos
Lo más grave para la dirección del PCP es la simpatía que las posiciones de los críticos encuentran entre el electorado comunista. Según un sondeo realizado por el semanario Expresso, los portugueses que dieron su voto al PCP en las últimas elecciones se mantienen fieles en un 87% a esta opción electoral, pero cerca de la mitad dan la razón a los crítícos en materia de falta de democracia interna.Álvaro Cunhal, que acaba de cumplir 75 años, y que recibió como regalo de cumpleaños la Orden de Lenin, es también perseguido por los fantasmas de su pasado: después de la polémica provocada por las declaraciones del ministro de Cultura español, Jorge Semprún, acerca de su huida del penal de Peniche, Cunhal es ahora confrontado con las revelaciones de otro célebre ex dirigente del PCP. Francisco Paolo de Oliveira, Pabel, de 80 años, regresó de su exilio de 50 años en México para cuestionar las circunstancias que llevaron a Cunhal al liderazgo del PCP.
Mucho antes que el actual secretario general, Pabel protagonizó también en 1939 una huida espectacular de una cárcel salazarista, pero lejos de considerarlo como un héroe los dirigentes de la Internacional Comunista lanzaron entonces contra él la sospecha de traición por poner en cuestión los procesos estalinistas.
Pabel es hoy un famoso crítico de arte mexicano y durante su visita a Portugal almorzó con el presidente Mario Soares y uno de sus colaboradores que prepara una biografía de Cunhal y prometió para el año próximo la publicación de sus propias memorias.
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