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En Madrid ganó Bush, y en Barcelona, Dukakis

Los españoles también celebraron la noche norteamericana

Centenares de personas acudieron anoche a los salones de un hotel madrileño para vivir la jornada electoral norteamericana.La numerosa colonia estadounidense de Madrid demostró también su apoyo mayoritario a George Bush y aclamó exultantemente los anuncios recibidos vía satélite de sus primeras victorias. En Barcelona, sin embargo, Michael Dukakis habría ganado si la simbólica votación celebrada anoche en el Instituto de Estudios Norteamericanos (IEN) hubiera sido decisiva en la elección del nuevo inquilino de la Casa Blanca.

Guirnaldas y globos con los colores de la bandera nortemericana engalanaban las paredes del salón donde apenas 24 horas antes la Embajada soviética había instalado su cuartel general para celebrar el aniversario de la Revolución de Octubre.La afluencia fue masiva. El propio embajador norteamericano, Reginald Bartholomew, que hacía volátiles apariciones por la sala escoltado por fornidos guardaespaldas, proclamó su sorpresa ante la numerosa presencia de españoles junto a los miembros de la colonia norteamericana en Madrid. "Es increíble; yo no entendía por qué los españoles hablaban de celebrar las elecciones norteamericanas; sin embargo, el hecho de que a las diez de la noche esto estuviera lleno de gente, cuando nosotros habíamos convocado a los invitados para la medianoche, demuestra que llevaban razón".

El embajador norteamericano insistió en hacer estas declaraciones en español, porque, como dijo sonriendo, aunque estas elecciones sean americanas, estamos en España.

Entre los invitados españoles conocidos, los primeros en aparecer fueron el liberal José Antonio Segurado y el conocido dirigente ultraderechísta Sánchez Covisa. Ambos lucían en sus solapas la chapa del tándem republicano.

Aparentemente, el ambiente reflejaba un clima de neutralidad, y cada cartel con el ticket republicano se hallaba dfligentemente fianqueado por otro de los demócratras.

Sin embargo, mucho antes de que se supieran los resultados de la consulta paralela a la que todo asistente a la fiesta podía participar, era evidente la aplastante ventaja del vicepresidente George Bush entre los miembros de la colonia norteamericana en Madrid. Las chapas con los nombres de Bush y Quayle eran más visibles que las de sus rivales demócratas.

Nadie, ni siquiera los partidarios del candidato demócrata, dudaban de la victoria de Bush. A la una de la madrugada, los anuncios de las primeras victorias republicanas en Carolina del Sur y en Virginia provocaron un ostentoso estallido de alegría ante la gran pantalla.

En el interior, los partidarios demócratas eran en su mayoría chicas jóvenes. "Querríamos que ganara Michael, porque está mucho más interesado por los temas que conciernen a los derechos de la mujer, y para las jóvenes no hay otra opción que él", explicaba una joven norteamericana que realiza sus estudios en Madrid. Otro estudiante resumió las opiniones de los partidarios republicanos: "No hay otra opción seria que la del vicepresidente; nuestro país ha vivido años de prosperidad con Reagan y queremos que se siga en esta línea. Además, Bush también puede suponer un cambio, puesto que es más liberal que el viejo presidente".

En Barcelona, la mayoría de los asistentes a la velada organizada por el IEN para seguir el desarrollo de la noche americana se pronunció a favor del peligroso liberal, apelativo con que ha distinguido George Bush a su oponente durante la campaña electoral. Hubo excepciones, como la del aliancista Enrique Lacalle, que expresó su apoyo al candidato republicano cantando las excelencias de la Administración de Reagan: "Ha hecho renacer el orgullo de ser americano". Los convergentes dividieron sus preferencias.

La colonia norteamericana en el llamado distrito consular de Barcelona es de unas 8.000 personas, exceptuando el personal de la base militar conjunta de Zaragoza. Los empresarios y docentes residen, en su mayoría, en Barcelona y en las islas Baleares. "Por tradición, los docentes siempre hemos sido liberales en el sentido que se otorga en Estados Unidos a este término", explicó John S. Zvereff, director del IEN.

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