El dirigente caldoche Lafleur, gran derrotado en el referéndum sobre Nueva Caledonia

El proceso descolonizador de Nueva Caledonia adquiere perfiles sombríos a consecuencia de los resultados del referéndum celebrado el domingo en Francia. Aparte del récord de abstención (62,68%), la más alta en una consulta similar desde 1815, la mayor preocupación se centra en el alto porcentaje de noes emitidos en el territorio de ultramar. El dirigente de la comunidad caldoche Jacques Lafleur, es, más aún que el Gobierno, el gran derrotado del referéndum.

Lafleur, silencioso y decepcionado al conocerse los resultados, podría abandonar su escaño de diputado en la Asamblea Nacíonal francesa.De los casi 37 millones de inscritos en toda Francia, sólo 13,7 millones acudieron a votar. El sí obtuvo algo más de 9,5 millones de votos (79,917.), y el no se acercó a los 2,5 -millones (20,09%.). Más de 1,5 millones de electores se desplazaron a los colegios electorales, pero para depositar una papeleta blanca o nula, dato que arroja casi un 12% de auténtico voto de castigo.

Un análisis de los resultados en Nueva Caledonia indica claramente que, por primera vez, la comunidad de origen francés no ha seguido a su líder, Jacques Lafleur, firmante de los acuerdos de Matignon, sometidos a referéndum, y partidario del sí. En la capital del archipiélago, Numea, el voto negativo ha remontado hasta el 64% (11.888 sufragios frente a 6.772 síes), tan sólo cinco meses después de que Lafleur fuera reelegido diputado por el 81% de los mismos votantes (17.131 papeletas).

Apoyados masivamente por el electorado independentista, los caldoches han rechazado los acuerdos que conducen a la autodetermínación en 1998, circunstancia que ensombrece un proceso que parecía encarrilado después de que las dos comunidades estuvieran al borde de la guerra civil el pasado mes de mayo. En la provincia del Norte y en las islas Loyauté, ambas de mayoría melanesia, la victoria del sí ha sido concluyente: 74% y 85%, respectivamente. Todo lo contrario que en el Sur, mayor¡tariamente europeo, donde el respaldo de los acuerdos de Matignon es sólo del 41 %.

En la Francia metropolitana, ni el mensaje del pasado viernes del presidente Frangois Mitterrand ni la dureza verbal del primer ministro, Michel Rocard, contra la derecha abstencionista lograron transformar la indiferencia de los ciudadanos por la participación. Según un sondeo de la cadena de televisión TF-1, un 49% de los franceses considera que los resultados son un fracaso del Gobierno, mientras que un 25% los califica de éxito.