Los sindicatos entienden que la firma del acuerdo marco de la construcción no asegura la paz social
M. Z., Las federaciones de la construcción de Comisiones Obreras y UGT firmaron ayer con la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) el acuerdo marco interprofesional del sector. Este acuerdo persigue sentar las bases para la negociación de un convenio nacional en el sector.
En los documentos suscritos por las tres partes se establece un plazo máximo de tres meses para iniciar las negociaciones con vistas al convenio de 1989. A juicio del secretario general de la Federación de Industrias de la Construcción y la Madera de CC OO, Víctor Santos, este margen supone un plazo estratégico que seguramente se intentará apurar hasta el final, lo que supone un retraso en las negociaciones. A pesar de todo, se aprovecharán los tres meses para cerrar los conflictos aún pendientes.
Según Víctor Santos, los 22 convenios provinciales que se han firmado este año han tomado como referencia los primeros cálculos del IPC (3%); por tanto, tienen que ser actualizados. A ellos se unen los 36 que aún se están negociando y para los que piden como base un incremento mínimo del 77..
A su vez, el secretario de la Federación Estatal de Madera Construcción y Afines de UGT: Manuel Garnacho, manifestó que las discusiones con la patronal podrían durar "muchos meses". De este modo niega que la firma del acuerdo marco garantice la paz social en el sector. De hecho, ambas centrales mantienen actualmente movilizaciones en Valencia -donde el sector del yeso lleva una semana de huelga-, Badajoz -los trabajadores del mismo sector están siguiendo una huelga de tres meses- y Álava, con movilizaciones desde hace un mes. Los dos sindicatos han convocado tres jornadas de paro en Tarragona para los próximos días 2, 3, y 4 de noviembre por la negociación del convenio de este año.
Presión sindical
Para Comisiones Obreras, si se ha logado acelerar la firma del acuerdo marco ha sido por la presión que ha ejercido sobre la patronal la convocatoria de huelga general que este sindicato había previsto realizar en solitario la tercera semana de octubre. La federación ugetista que lidera Manuel Gamacho no apoyó en su momento esta convocatoria, lo que no significa, a su juicio, que esto vaya en detrimento de la unidad de acción sindical. La federación de UGT "busca llegara soluciones negociadas, pero si el talante de los últimos meses se mantiene no se pueden desechar las movilizaciones".
Por otra parte, la federación de la construcción de UGT finalizó ayer la reunión de su comité federal, donde se determinó, entre otras resoluciones, condenar la política socioeconómica del Gobierno socialista. Según Garnacho, esta política se caracteriza por el continuo desprecio por los intereses más elementales de los trabajadores; por tal razón ha declarado que "si hoy mismo hubiera campaña electoral, la federación de construcción de UGT no pediría el voto para el PSOE".
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