Billete de ida y vuelta
El 2 de diciembre de 1986 Manuel Fraga Iribarne presentó a la Junta Nacional de Alianza Popular su dimisión como presidente del partido. Un día antes comunicó su decisión al Rey y al Gobierno. La dimisión de Fraga puso fin a un proceso iniciado en septiembre de ese año cuando, por primera vez, el presidente de AP se planteó la posibilidad de dimitir ante el "acoso" al que, según él, le sometían los poderes económicos.
Estos poderes habían dado en las elecciones vascas celebradas entonces -después de que en las legislativas de junio el PSOE repitiese la mayoría absoluta-, la misma financiación de la campafía electoral de AP a la del CDS, y empezaron a exigir el pago de los créditos concedidos para campañas anteriores.
La llamada crisis de los banqueros constituyó uno de los principales motivos de la dimisión de Fraga, que confesó que las capas sociales que le apoyaban y a las que él creía representar ya no le respaldaban. Pero también influyó la soledad política que sufrió Fraga tras las crisis que se produjeron en su partido y con la muerte de su amigo José María Ruiz Gallardón.
El techo
Al conocer los resultados de las elecciones vascas, Fraga llegó a decir que "quizá éste es el techo", y admitió: "Puede ser que yo me haya convertido en un tapón para el centro derecha". En la carta dirigida al vicepresidente primero del partido, que escribió el 30 de septiembre de 1986 y que contenía un añadido con fecha 2 de diciembre, Manuel Fraga explicaba las razones que le llevaron a dimitir y su propósito de retirarse de la vida política.Entonces explicaba: "Diversos amigos me hicieron retrasar esta decisión; las elecciones vascas me confirman que no era sólo acertada, sino inevitable. Mi deber está cumplido al máximo; seguiré haciéndolo como ciudadano de a pie". La carta comenzaba: "Quiero comunicarte, con el ruego de que des cuenta inmediatamente a los órganos competentes del partido, mi decisión irrevocable de dimitir como presidente nacional y asimismo de retirarme definitivamente de la vida política".
"Como ciudadano" sigue el texto, "estaré siempre al servicio de España; me propongo, Dios mediante, por respeto a los que me han elegido, completar la presente legislatura como diputado por Madrid; pero esa será mi última participación en la lucha política directa. Si aceptáis seguiré como militante de base en un partido que he contribuido a fundar, cuyas ideas he defendido con plena dedicación durante 10 años, y a las que seguiré fiel". Fraga encabezó la candidatura de su partido para las elecciones al Parlamento Europeo de 1987.
En febrero de 1986 fue elegido nuevo presidente de AP Antonio Hernández Mancha, por mayoría frente a su contrincante Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón. Desde entonces ha existido en el seno de AP un sector crítico, cada vez más identificado con Manuel Fraga, y muchos de cuyos miembros han reclamado constantemente la vuelta del presidente fundador.
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