Ingresa en prisión el objetor de conciencia a quien se había permitido volver a casa
Alfredo Jiménez, juez togado militar de Pamplona, ordenó ayer el encarcelamiento en la prisión militar de Alcalá de Henares del objetor de conciencia Laureano Herrero, de 24 años de edad, vallisoletano, casado y padre de una niña de seis años, por negarse a prestar el servicio militar, después de que el Consejo Nacional de Objeción de Conciencia (CNOC) no lo haya reconocido como objetor. Herrero, que había sido llamado a filas y devuelto a casa varias veces, puede ser condenado a una pena de entre uno y seis años de cárcel.
A la jurisdicción del juez militar de Pamplona pertenece el acuartelamiento alavés de Araca, en el que el objetor debía haber iniciado su período de instrucción militar. El joven vallisoletano se ratificó en su condición de objetor de conciencia, a la que se acogió en el año 1983, antes de la aprobación de la ley que regula la situación de los objetores, por lo que quedó en situación de incorporación aplazada. También reiteró su voluntad de practicar la insumisión activa e ingresar en prisión antes que prestar servicio militar. El juez decretó su ingreso en la prisión militar de Alcalá de Henares, hacia la que el objetor partió en la misma tarde de ayer.Antes de comparecer ante el juez militar, Laureano Herrero ofreció una conferencia de prensa acompañado de su abogado, Iñaki Subiza, y de un representante del Movimiento de Objeción de Conciencia de Navarra. Subiza recordó que el proceso con Herrero se inició en diciembre de 1987, cuando recibió una notificación para que regulara su situación de objetor ante el CNOC tras la modificación de la legislación española al respecto.
El joven presentó una declaración de objeción idéntica a la utilizada por más de 10.000 objetores españoles que habían sido reconocidos como tales siguiendo las pautas propuestas por el MOC; pero en febrero de este año se le exigió una especificación de los motivos por los que objetaba, lo que fue considerado por el afectado como una petición anticonstitucional y que, atentaba contra su ideología produciéndole además una discriminación en relación con los miles de objetores reconocidos como tales sin necesidad de haber manifestado expresamente sus motivos.
Permiso
En julio el CNOC acordó denegarle la condición de objetor y quedó así a disposición militar, por lo que debía incorporarse a filas en Álava el pasado mes de septiembre. Herrero no lo hizo y presentó ante el Gobierno Militar de Vitoria un escrito reafirmándose en su condición de objetor y solicitando un permiso de varios días.Posteriormente, se le volvió a llamar a filas y se presentó en el cuartel de Araca, pero las autoridades militares le dieron la posibilidad de elegir entre cumplir el servicio o abandonar el cuartel.
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