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Macosa segrega activos ante el contrato de Renfe

La empresa Material y Construcciones, SA (Macosa) anunciará hoy a sus accionistas la segregación de los activos inmobiliarios y su reconversión en una sociedad con dos grandes divisiones, una ferroviaria y otra inmobiliaria.El Consejo de Administración decidió someter la decisión a la aprobación de la junta de la sociedad hoy en Madrid, pese a tener mandato para ello, para poder obtener las bonificaciones fiscales.

Según las fuentes consultadas, no cabe hablar de una escisión en el sentido mercantil ya que no se constituye una nueva sociedad, pues tanto los activos inmobiliarios como los industriales quedarán en la propia Macosa.

Los activos ferroviarios, constituidos principalmente por la factoría de Valencia, será la aportación que haga Macosa para adquirir el 40%-45% de las acciones de La Maquinista Terrestre y Marítima (MTM) y Ateinsa, mientras que el 55%60% restante será adquirido por uno de los tres socios tecnológicos extranjeros que gane el concurso de Renfe (la francesa Alsthom, el consorcio alemán que lidera Siemens con Thyssen, Kraus Maffei y Asea-Brown Boveri y la corporación japonesa Mitsubishi).

Nuevo acuerdo

Hasta fechas muy recientes, Macosa sólo había conseguido un acuerdo con el consorcio alemán, que junto al grupo francés son los que cuentan con mayores posibilidades por su condición de europeos.

Sin embargo, Macosa pudo haber conseguido recientemente un acuerdo también con Alsthom, lo que significaría una situación mucho más equilibrada desde el punto de vista de la concesión y un tanto contradictoria para Macosa.

Los beneficios fiscales de la segregación podrían ser de unos 3.500 millones de pesetas.

En el balance de la sociedad, las propiedades inmobiliarias de Macosa -básicamente el solar y la factoría de Poblenou, en Barcelona, junto a la futura Villa Olímpica- están valorados en 5.000 millones.

Sin embargo, el precio de mercado de estos bienes es de unos 15.000 millones de pesetas. Es decir, la segregación significaría aflorar unas plusvalías de 10.000 millones de pesetas que, sin exención fiscal, deberían tributar como beneficios al 35%.

Fuentes sindicales señalan que los dos principales acreedores de Macosa -los bancos Central y Santander- ven con buenos ojos la segregación, que permitirá alcanzar un equilibrio patrimonial.

Por otra parte, la casi totalidad de la deuda a corto plazo de Macosa ha sido cancelada a través de sucesivas emisiones de obligaciones convertibles que fueron prácticamente cubiertas desde la fecha de salida.

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