Se levanta la veda del periodista
Por lo menos 24 fotógrafos y camarógrafos de televisión resultaron heridos de diversa gravedad los tres días pasados en Chile como consecuencia de palizas propinadas por las fuerzas de seguridad. Relatos de los heridos ponen de manifiesto que la actuación policial no ha sido producto de la confusión u obcecación, sino de una intención clara de reprimir el trabajo de los periodistas gráficos, que son los más expuestos en las coberturas de los incidentes callejeros en Santiago.El bar y los vestíbulos del hotel Carrera de Santiago, lugar de concentración de gran número de los casi 1.100 periodistas acreditados para la cobertura del plebiscito, parecían un escenario entre Missing y Casablanca. Christopher Morris, fotógrafo que trabaja para el semanario Newsweek, se tambaleaba apoyado en dos compañeras. Llevaba la cabeza abierta y sangraba, la nariz partida y la expresión ida del que padece un choque traumático. El fotógrafo había sido acorralado y golpeado brutalmente en el suelo por fuerzas especiales de carabineros.
Ayer por la mañana, el peruano Cristobal Bouroncle, de 33 años, fotógrafo de la agencia France Presse, entraba a desayunar en el bar de la piscina del Carrera, que tiene reminiscencias de Casablanca, con una enorme escayola y la cabeza llena de puntos. Tiene varias fracturas y hematomas. "Me dieron de palos, me tiraron gas y me golpearon. Me rompieron todo el equipo, que vale unos 3.500 dólares [435.000 pesetas]. Me pegaban una y otra vez. Yo intentaba recoger el equipo y guardarlo, y ellos se daban la vuelta y me pegaban de nuevo". A la pregunta de si le dijeron algo, Bouroncle respondió: "Sí, me decían 'anda y vete a culear a la concha de tu madre".
El fotógrafo español Sergio Lainz, de una familia de tradición periodística de Barcelona, daba entrevistas, con su brazo escayolado, y explicaba cómo se lo habían partido a patadas al intentar protegerse la cabeza de los golpes.
Las agresiones policiales contra los periodistas gráficos son la culminación de un clima xenofóbico contra la Prensa extranjera alimentado por los políticos y la televisión del régimen en los días anteriores al plebiscito.
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