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España concede un crédito de 500 millones de dólares al Banco Interamericano de Desarrollo

España suscribirá el próximo martes, día 11, la concesión de un crédito extraordinario al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por valor de 500 millones de dólares. La firma de este crédito, que tendrá lugar en Madrid, dentro de las ceremonias del Día de la Hispanidad, entre el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, y el presidente del BID, Enrique Iglesias, será la primera en su género, y se considera "un primer paso" por parte de España en el camino de una mayor cooperación con los países latinoamericanos de cara a la conmemoración del V Centenario del Descubrimiento, en 1992.Aunque las divergencias entre el Ministerio de Economía y Hacienda y la Secretaría de Estado de Cooperación Internacional, dependiente del Ministerio de Exteriores, son grandes a la hora de debatir el volumen de las ayudas a los países del Tercer Mundo en general, y a los latinoamericanos en particular, el actual crédito con el BID, banco presidido por una de las figuras con mayor peso político en Iberoamérica, el ex canciller uruguayo Enrique Iglesias, será suscrito por el propio Carlos Solchaga. Ello indica hasta qué punto, en víspera de la celebración del Día de la Hispanidad, el Gobierno español en su conjunto se muestra interesado en lo que un ministro calificó como "allanar el camino" hacia 1992.

El crédito tendrá como objetivos prioritarios sectores como la educación o la sanidad, y se intentará dar preferencia a los proyectos que involucren a empresas españolas.

Sin embargo, la concesión de este crédito al BID debe contemplarse como algo todavía aislado e infrecuente, dijeron fuentes de la Secretaría de Estado para la Cooperación. Es la primera vez que nuestro país concede una ayuda de este porte al BID, dado el recelo con que el equipo económico del Gobierno contempla este tipo de facilidades. El hecho de que sea el propio Solchaga quien lo suscriba, cuando fue la Secretaría de Estado de Cooperación la que lo planificó, indica una voluntad de mostrar, al menos hacia fuera, que no existen diferencias en los planes de cooperación con el Tercer Mundo. Pero los medios consultados por EL PAÍS reconocen que tales diferencias existen "y son crecientes", hasta el punto de que el secretario de Estado para la Cooperación Internacional, Luis Yáñez, ha visto frenados sus planes de reestructuración del departamento que dirige, que debería haber creado hace ya meses una nueva Agencia para la Cooperación. Pero las objeciones del sector económico del Gobierno, poco proclive a "desbordar el presupuesto" de ayudas a países en desarrollo, han venido aplazando la reforma. Fuentes gubernamentales reconocieron que, en el fondo, estas divergencias implican "dos concepciones muy diferentes" en el seno del equipo González de lo que significa gobernar. Los responsables de Exteriores pretenden ir incrementando el porcentaje del PIB dedicado a la cooperación con el Tercer Mundo hasta llegar a las cifras medias de la OCDE.

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