Paulina y Rogelio Andreu

Ella es hija de Charlie Rivel. Él, hermano. Los dos se criaron bajo la carpa de un circo y tuvieron el redoblar de tambores festivos como nana. Ella se convirtió en ¡la fantástica, la sensacional Paulina Andreu y sus caballos! Él formó con sus hermanos ¡el inigualable, el genial grupo de Los Andreu, acróbatas y payasos! Ellos son dos de los 10 artistas circenses ya retirados homenajeados en el I Congreso Internacional del Circo, que se clausura hoy en Madrid. Todos se saben mitos de un arte, el del más dificil todavía.

Paulina Andreu, nacida en Barcelona, es divertidamente coqueta. Tan elegante como a sus tres años, cuando ya estudiaba música y danza en Berlín. Conserva tal cual los aires aristocráticos que la hicieron famosa en la pista con sus ejercicios ecuestres. Tal cual la capacidad de comunicación popular de una estrella. Viaja con un perrito yorkshire metido en una cesta. Habla siete idiomas. El castellano, con un acento muy particular, que afrancesa las erres y adquiere entonaciones del alemán.Casada con el célebre domador danés de caballos Albert Schumann, es madre de dos hijos. Ha actuado como bailarina de alambre, y en los ejercicios acrobáticos con caballos impuso un estilo perfeccionista. Acompañó a su padre en sus últimas actuaciones. "Lo que debe hacer el circo es presentar sus números con mayor lujo, con buena música, buena luz, bonitos trajes, y que el público se sienta partícipe".

Aunque nunca actuó en España, ahora vive en Cubelles (Barcelona) y en Copenhague. Dedica su tiempo a su familia,. a montar a caballo y a pintar. Es encantadoramente pizpireta.

Rogelio Andreu nació en Roubaix (Francia) hace 79 años, aunque siempre ha tenido nacionalidad española. El desparpajo de sus movimientos delata sus lustros como acróbata. Debutó a los siete años como volteador sobre los pies de su hermano José (Charlie Rivel). Guarda la vitalidad del clown entre sus pocas carnes. Se retiró hace cinco años, pero no le importaría en cualquier momento volver a ejercer como payaso. En su empeño por defender al circo encuentra muchas razones contundentes. Una de ellas le sale con ingenuidad: "Es el espectáculo más sano, no como esas funciones que consisten en ver desnudarse a una señora".

Ahora, en su escuela-gimnasio de Barcelona, enseña a los jóvenes aficionados al circo cómo saltar con destreza y simpatía. Cuando le entregaron la medalla de oro repitió eso que suelen hacer los payasos: trocar la mueca de la risa en un gesto triste. Y recordó a sus cuatro hermanos, todos artistas de la pista: José, Polo, René y Marcel.

Paulina y Rogelio Andreu son dos de los 10 grandes artistas españoles ya retirados que recibieron el pasado martes la medalla de oro de la Asociación de Amigos del Circo, dentro del I Congreso Internacional, que se celebra en Madrid y que se clausura hoy. Ahí estaban el payaso Nabucodonosorcito, el acróbata y payaso Cara-blanca, Nolo Rudi-Llata, el mago Li Chang, el ventrílocuo Señor Wences (ahora con 92 años), el payaso y malabarista Emilio Briatore, el domador de fieras Pablo Noel y las famosas trapecistas Miss Mara y Pinito del Oro. A todos les duele que en España falte esa escuela que permita transmitir a los más jóvenes las técnicas y experiencias que ellos conocen.