Aranzadi prepara una remodelación en el organigrama del Ministerio de Industria

Claudio Aranzadi, ministro de Industria, negocia con el Gobierno una profunda reestructuración de su departamento. El organigrama sobre el que se trabaja "adecua la estructura del ministerio a una política menos intervencionista" y prevé, en principio, la creación de una secretaría general con competencias de promoción industrial y tecnológica, así como de una superdirección general que dé un carácter horizontal a las iniciativas del ministerio.

Claudio Aranzadi y su equipo directivo cuentan ya con el esquema de reorganización del departamento, que ha de contrastarse aún con las exigencias organizativas y presupuestarias del Gobierno. En los próximos días, Aranzadi prevé cerrar los últimos flecos del modelo planteado tanto con Administraciones Públicas como con el poderoso Ministerio de Economía y Hacienda, según las fuentes oficiales consultadas. "Más que de una negociación, se trata de un trámite", señalaban las mismas fuentes al referirse al proceso.El nuevo equipo de Industria espera contar con el sí definitivo del Gobierno en una reunión del Consejo de Ministros de este mismo mes de octubre, con un pequeño retraso sobre el calendario previsto. El cambio supondrá, además, un relevo en algunos de los departamentos del ministerio, que conserva intacto el equipo de colaboradores del anterior titular, Luis Carlos Croissier.

El nuevo organigrama contempla la creación de una secretaría general de promoción industrial y tecnología, con competencias sobre las actuales direcciones generales de Electrónica e Informática, Innovación Industrial y Tecnología y Pequeña y Mediana Industria, entre otras. A ella reportarían además distintos organismos autónomos con los que cuenta el ministerio en esta área, como los centros para el Desarrollo Industrial y Tecnológico y de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tecnológicas, entre otros.

Otra de las grandes novedades contempladas en la remodelación del Ministerio de Industria y Energía apunta a la creación de una superdirección general de política industrial, con rango administrativo de dirección general. Esta nueva dependencia asumiría competencias sobre las direcciones generales verticales, centradas en sectores industriales concretos: Industrias Siderometalúrgicas y Navales; Químicas, de la Construcción, Textiles y Farmacéuticas, y Minas. Estas dependencias de carácter monográfico, que perderán peso tras la remodelación que estudia el Gobierno, han venido constituyendo uno de los ejes de actuación del Ministerio de Industria desde los años del desarrollismo.