Fraga utiliza su autoridad moral para mediar ante el congreso de Alianza Popular

Manuel Fraga ha empezado a ejercer, en conversaciones privadas, su autoridad moral para evitar tanto un enfrentamiento en el próximo congreso de Alianza Popular (AP), convocado para el próximo mes de enero, como un mero continuismo del actual equipo dirigente, presidido por Antonio Hernández Mancha.

Mientras Hernández Mancha ha propagado su disposición a facilitar un entendimiento con los grupos descontentos con el comportamiento y composición de la cúpula del partido, Manuel Fraga ya ha hecho llegar a los sectores enfrentados su opinión sobre lo que debe hacerse para conseguir una candidatura de integración en el congreso del próximo enero. El ex presidente nacional de AP -que en toda circunstancia repite que no va a regresar a la presidencia aliancista- se entrevistó a comienzos de la semana pasada con Antonio Hernández Mancha con el objetivo principal de aconsejar a su sucesor ciertos cambios.El lunes, Fraga se reunió con José María Aznar, presidente de AP de Castilla y León y principal representante de los críticos del actual equipo dirigente del partido. Probablemente, Aznar esperó a esta conversación con Fraga para anunciar públicamente su actitud ante la posible disputa del liderazgo a Hernández Mancha y que finalmente se ha concretado en su renuncia a encabezar una candidatura alternativa a la presidencia de AP. Una renuncia que, posiblemente en coincidencia con la valoración de Fraga, está motivada fundamentalmente por el propósito de reservarse para cuando el centro-derecha afronte mejores perspectivas.

Fraga ha planteado la necesidad de una distribución real de poder entre quienes concentran ahora la toma de decisiones y quienes por discrepancias mantienen una actitud de cierto desentendimiento. Un reparto que deberá suponer ciertas "sustituciones", en expresión del propio Fraga, y que afectará a instancias decisivas, como la Secretaría de Organización Territorial y el comité electoral.

Aunque ha mantenido los contactos con discreción y se muestra confiado en conseguir su objetivo de que antes del Congreso hay un acuerdo entre los diversos sectores, no ha ocultado que está dispuesto a intervenir públicamente, incluso con declaraciones, si choca con intransigencias.

Número uno de la lista electoral para el Parlamento Europeo en 1987, Fraga considera que Marcelino Oreja, secretario general de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, sería un "excelente" candidato al frente de la lista de Alianza Popular en las elecciones previstas para junio del año próximo.

Algunos comentarios privados del ex líder de la oposición indican que ha advertido a Oreja que si aspira a desempeñar un papel importante en el centro-derecha tendrá que someterse al veredicto de las urnas. Y que, desde esa perspectiva, las próximas elecciones al Parlamento europeo pueden ser un buen test de su arrastre electoral.

Fraga ha aconsejado a su sucesor que AP posponga el mayor tiempo posible la designación del candidato a presidente de Gobierno en la siguientes elecciones legislativas. Una actitud con la que, por una parte, muestra que Hernández Mancha no es la persona más idónea para competir con Felipe González, desde su punto de vista, y que es preciso ofrecer las mayores facilidades para que coincidan con Alianza Popular otras fuerzas conservadoras.

[Por otra parte y tras conocer la encuesta publicada ayer por Diario 16 en la que se señala que Alianza Popular ha perdido desde 1986 más de un tercio de su apoyo electoral, el vicepresidente de AP Alberto Ruiz Gallardón aseguró ayer a Radio Nacional: "Hay que desterrar cualquier imagen de discrepancia interna".]