Cifras engañosas
Desearía referirme al espectacular aumento de socios anunciado por José Luis Núñez en el último Congreso de Peñas, cifrándolo en más de 30.000 desde que se hizo cargo del club de fútbol Barcelona.Sorprende esta circunstancia, así como el desorbitado aumento de peñas barcelonistas dentro y fuera de España y cuyos socios en unas próximas elecciones "deberán votar por correo". Lógicamente, existe un miserable trasfondo en todo esto.
No es de extrañar que con los millones que se están tirando todos los años, el nuñismo venga invirtiendo sus buenos caudales para obsequiar a sus 10.000 o 12.000 simpatizantes de estas peñas foráneas con controlados carnés. de socios "recuperables", cosa perfectamente legal y que constituyen una demoledora garantía de futuro electoral, que sería cosa de tontos no asegurar teniendo la sartén por el mango.
Ahora empiezo a explicarme de dónde salen tantos nuñistas extendidos por la geografía hispana e incluso por el extranjero. Y a la vez se aclaran estos faraónicos congresos de peñas, que a los socios de pago les cuestan sus buenos millones. Congresos que se cuidan con mimo, celebrándolos antes que las asambleas.
Pero esto empieza a ser preocupante. Se ha logrado sin duda incapacitar a cualquier oposición que pueda surgir, que cada vez necesitará más millares de firmas para presentar una candidatura formal a la presidencia. Es curioso, pero durante el mandato de Núñez, que procuró rápidamente reformar los estatutos, nadie ha podido reunir el suficiente número desorbitado de firmas que estos "orquestados" estatutos prevén.
Para acabar de ayudar a posibles candidaturas, existe el agravante de que una gran mayoría de socios han dejado sus carnés y lógicamente los actuales usuarios de los mismos no pueden votar. Asimismo, millares de carnés de socios fallecidos son utilizados por sus herederos, que tampoco pueden votar.
Poco a poco, la oposición va enloqueciendo, buscando las numerosas firmas que Núñez fijó en sus estatutos.
Tal como confirmó el ex presidente de la comisión estatutaria del club, señor Antoni Negre, Núñez ha reformado de tal forma los estatutos, que no habrá quien pueda juntar el número de firmas que en los mismos se exige.
Entretanto, el señor Gómez Navarro, con su nueva ley del deporte, sigue en la higuera y permite que en un país democrático, para ser presidente de un club de fútbol, se necesiten 15.000 veces más firmas que para ser presidente de gobierno. Con lo fácil que sería liberar a los clubes y a sus socios de estas ataduras imperantes, herencia de Pablo Porta, implantadas con la única idea de crear confusionismo y ayudar a sus amiguetes, que con estos manejos se están apoderando de los clubes.-
. Ex presidente de la Organización de Fútbol Infantil Barcelonista (OFIB).
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